Hace exactamente 100 años, dos escaladores intentaron llegar a la cima del Monte Everest, una prueba jamás ejecutada hasta el momento y de la cual se desconocía cuáles serían los resultados. Desafortunadamente, su aventura concluyó en uno de los enigmas más inquietantes del montañismo: la desaparición de Andrew “Sandy” Irvine y George Mallory, primeros escaladores de aquella hostil montaña. Pocos rastros quedaron de aquella ausencia por largo tiempo, hasta ahora cuando un misterioso pie surgió entre los deshielos de un glaciar.
Los restos parciales del cuerpo de uno de los primeros montañistas en intentar hacer cumbre en el Monte Everest parecen haber sido hallados el septiembre pasado. Se trata del pie de lo que se cree fue el montañista Andrew “Sandy” Irvine, uno de los integrantes de una expedición británica para escalar la cara norte de la montaña. El descubrimiento ocurrió un siglo después de que muriera junto a su compañero, el escalador birtánico George Mallory, en lo que se cree el ascenso o quizás el descenso del punto más alto del planeta.
Un pie, una bota y una media, las piezas clave para descifrar un inquietante misterio
El hallazgo que podría cambiar el cauce de una de las historias más célebres alrededor del Monte Everest, arroja pistas clave para conocer el destino de uno de los escaladores de la expedición. Ambos fueron vistos por última vez el ocho de junio de 1924, mientras que los restos de George Mallory pudieron ser encontrados en 1999, sin embargo, el paradero de su compañero era totalmente desconocido. El mes pasado, un equipo de escaladores y cineastas descubrió un pie envuelto en una bota para escalar y una media, en la que estaba cosida una etiqueta que la identificaba como posesión de Irvine.
“Levanté la media y había una etiqueta roja que decía 'AC Irvine'”, dijo el escalador y director de cine Jimmy Chin a National Geographic . “Todos estábamos literalmente corriendo en círculos y diciendo malas palabras”. El pie fue encontrado en un glaciar debajo de la cara norte del Everest, a una altitud menor que el lugar donde se halló el cuerpo de Mallory. Ahora está en manos de la Asociación de Montañismo del Tíbet de China, que es responsable de los permisos de escalada en la airsta norte del Everest.
A pesar del importante hallazgo, algunos enigmas quedan sin resolver. Los investigadores desconocen si aquellos escaladores pudieron resolver su cometido, aunque algunas pistas arrojan luz a esta incógnita. Una fotografía de la esposa de Mallory que él tenía la intención de dejar en la cima no fue encontrada junto a su cuerpo, lo que indica que es posible que hayan logrado su objetivo.
Pistas anteriores permiten develar si los escaladores llegaron a la cima del Monte Everest
Se cree que Irvine, que tenía 22 años, llevaba una cámara Kodak, con la que algunos esperaban que se resolviera definitivamente la cuestión, pero ni ésta ni el resto de su cuerpo han sido encontrados. “Es la primera evidencia real de dónde terminó Sandy. Se han planteado muchas teorías. Cuando alguien desaparece y no hay evidencia de lo que le sucedió, puede ser un verdadero desafío para las familias. Y el solo hecho de tener alguna información definitiva de dónde podría haber terminado Sandy es ciertamente [útil], y también una gran pista para la comunidad de escaladores sobre lo que sucedió”, destacó Chin.
El profesor Joe Smith, director de la Royal Geographical Society, comentó sobre el descubrimiento: “Sandy fue una figura excepcional y realizó una contribución significativa a nuestra comprensión del Everest y el Himalaya. Este descubrimiento de sus restos proporciona un elemento de cierre para sus familiares y la comunidad de montañistas en general, y estamos agradecidos a Jimmy y su equipo por permitirlo y garantizar que Sandy esté en buenas manos”.
La primera ascensión reconocida al punto más alto del mundo fue completada por Edmund Hillary y Tezing Norgay, 29 años después de que Irvine y Mallory intentaran completar una de las misiones más complejas para la capacidad física humana como lo es escalar el Monte Everest.