Cómo ahorrar dinero en la nube con la selección de un líder tecnológico
Un CTO con habilidades financieras puede ahorrar hasta 30% del gasto tecnológico de una empresa. Los desafíos que deben afrontar los gerentes de Sistemas pasan por la gestión del tiempo y la comunicación interna entre los equipos
Tradicionalmente, un Chief Technology Officer (CTO) aportaba sólo su conocimiento técnico a las operaciones de una empresa. Sin embargo, esto cambió durante los últimos cinco años, sobre todo por el auge de las nubes públicas, y estas habilidades ya no son suficientes para ejercer el rol. En la actualidad, estos profesionales deben contar con herramientas financieras al punto tal de volverse expertos en este campo.
“Quienes lideran las áreas de tecnología tienen que comprender conceptos financieros para poder trabajar. Antes, un Gerente de Sistemas o un CTO tenía que armar un presupuesto para el año siguiente y la filosofía era otra. En general, se pensaba en inversiones de dos a cinco años para adelante, o incluso más”, explica Diego Crigna, Practice Manager Hybrid Cloud en Logicalis Latam. Y suma: “eran lapsos más prolongados pero hoy se piensa en el corto plazo. Con la tecnología Cloud o Nube el proceso se acelera y los presupuestos se piensan año a año o incluso por meses ya que el crecimiento o decrecimiento es mucho más dinámico”.
Según consultoras y firmas especializadas en tecnología, en 2024 el manejo de Nube será el 70% de los costos tecnológicos de las empresas. “Dentro de ese total, hay 30% que es dinero gastado de más porque son recursos sobredimensionados. Si logras reducir ese exceso un 15%, por ejemplo, termina siendo muy significativo para la compañía”, advierte Crigna.
Esta tendencia se acentuará porque se espera que a partir de 2025 haya ahorros sustanciales en estos gastos. “Estamos hablando de un 30% a 40% de recortes porque hay un regreso de las cargas de Cloud a Data Centers. Además, cada vez más es el negocio el que mueve la aguja tecnológica y todo el tiempo cambian las reglas de juego. Principalmente, porque se piden nuevas tecnologías o crecimiento por escalabilidad. Hoy es Inteligencia Artificial, que quizás no lo tenías previsto y lo tenes que sumar. Eso impulsa a que los CTO tengan que adaptarse mucho más rápido y sumar conocimientos financieros es crucial para lograrlo sin perder eficiencia”, resalta el experto de Logicalis.
Quienes trabajan de cerca con los CTO de distintas empresas, destacan que existen varias herramientas para incorporar conocimiento y habilidades financieras:
1) Aliarse a compañías que ofrezcan servicios de FinOps. Es decir, funcionalidades que combinan finanzas y DevOps. De esta manera, se analiza la infraestructura de la empresa para mejorar y optimizar los costos. “Este trabajo tuvo su auge porque los CTO no estaban preparados para realizar este tipo de análisis. Luego, empezaron a formarse y hoy la mayoría ya está capacitado en temas financieros, lo que incluye armar presupuestos, saber diferenciar entre opex y capex, pensar en retornos de inversión, sumar plataformas nuevas, incorporar modelos de bases de datos, etc. De todas formas, se siguen apoyando en herramientas de otras empresas pero ya hay una preparación personal”, destaca Crigna.
2) Obtener certificaciones en FinOps. En la actualidad existen todo tipo de cursos y espacios académicos especialmente creados para perfiles técnicos que buscan sumar conocimientos en finanzas. El costo suele rondar entre 400 y 500 dólares y los planes de estudio requieren leer material relacionado a la materia. “Hoy tienen el mismo peso que una certificación técnica”, asegura el experto de Logicalis.
3) Incorporar herramientas de FinOps. Varias empresas desarrollaron en los últimos años funcionalidades para este segmento. La más destacada suele ser Apptio, de IBM, porque, a diferencia de otras nativas de Cloud que se limitan a la propia Nube, es agnóstica. Esto le permite conectarse a todas las nubes y al propio data center para cruzar datos, lo que genera mayor información de costos para trabajar de manera unificada.
Si bien los CTO han incorporado información y habilidades financieras durante los últimos años, aún quedan retos por afrontar. “El primero es el tiempo. Cuando se suman servicios de FinOps hay que saber que no es a corto plazo. Tiene un tiempo de vida el sistema no menor a seis meses porque las cargas de trabajo fluctúan. No es lo mismo lo que pasa a principio o finales de mes o en fechas especiales. Se requiere un período de tiempo para hacer un análisis serio y analizar cómo se está operando”, reflexiona Crigna.
El segundo desafío es la comunicación interna entre los equipos. En el pasado, el departamento de tecnología podía pasar meses sin dialogar con el de finanzas pero actualmente esto no puede ocurrir porque los presupuestos deben evaluarse casi mensualmente. Un estudio realizado por Gartner arroja que solo el 30% de los directores financieros tienen una asociación con su director de tecnología.
Finalmente, el último desafío a superar es no sobre dimensionar, una práctica común entre líderes tecnológicos de compañía. “Hasta hace no mucho se llegaba a duplicar la infraestructura por si había un pico de uso sin contemplar que hacía caer un negocio. Con los nuevos sistemas, se sabe qué infraestructura utiliza una empresa y cuándo. Entonces, si todos los marzo tenés picos por algún motivo, escalas solo ese mes y el resto del año no. Ahí es donde se genera el ahorro de recursos”, destaca Crigna. Y agrega para concluir: “tampoco hay que olvidar la modernización de infraestructuras que se migran. Hoy lo que ahorra costos en Nube es utilizar los servicios adecuadamente, no la infraestructura”.
Entornos flexibles: un 61% de los argentinos indica que el modelo híbrido mejoró su salud mental
De acuerdo con el informe Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral elaborado por WeWork y la consultora Michael Page, el 61% de los argentinos encuestados asegura que su salud mental ha mejorado desde que trabaja en un modelo híbrido.
Asimismo, el 53% de los encuestados afirma que su satisfacción laboral ha tenido un impacto positivo en su día a día al trabajar en entornos flexibles. Según un estudio de la Harvard Business Review, los profesionales más felices son un 300% más innovadores, un 85% más productivos y un 31% más comprometidos.
Demanda: cada vez hay menos soldadores
La industria global se encuentra en un punto de inflexión y enfrenta un desafío apremiante: la escasez de mano de obra calificada. Este fenómeno se agudiza en profesiones que requieren habilidades manuales intensivas, como la metalmecánica. La falta de soldadores no sólo ralentiza los procesos productivos, sino que también incrementa los costos operativos al generar retrasos y disminuye la calidad final de los productos. Cada vez hay menos soldadores: se estima que la demanda mundial de este oficio superará la oferta en un 40%, mientras las empresas buscan soluciones tecnológicas como los cobots para mitigar la falta de mano de obra, advierte el Grupo BAW, líder en la actividad.