Al igual que nuestros cuádriceps y bíceps, nuestra memoria es un músculo que también necesita ejercitarse para lograr un desempeño óptimo. Aunque parezca que no existe relación alguna, lo cierto es que la actividad física puede tener un impacto positivo tanto en nuestro cuerpo como en nuestro cerebro, por lo que resulta fundamental tener en cuenta cuáles son aquellos ejercicios más beneficiosos para nuestra capacidad física y cognitiva.
Los tejidos que rodean los huesos no son los únicos que se ven beneficiados por la actividad física. Al ejercitarnos también reforzamos nuestra capacidad mental de retener información y recuperarla, según la evidencia científica. De acuerdo con un estudio elaborado en 2013, solo 10 minutos de ejercicio físico por día puede mejorar nuestra cognición con el tiempo. Así es que destinando tan solo una mínima parte de nuestro día a la actividad, podemos lograr grandes cambios.
El ejercicio físico vigoroso y moderado puede mejorar nuestra capacidad de memoria, según un estudio científico
El estudio publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health demostró que el ejercicio moderado o intenso estaba relacionado con puntuaciones cognitivas mucho más altas en aquellas personas que lo practicaban que en el otro grupo que pasaba mayor tiempo sentado, durmiendo o realizando actividades menos exigentes. La categoría de ejercicio vigoroso por lo general incluye actividades como correr, nadar, andar en bicicleta por una superficie empinada y bailar. Mientras que el ejercicio moderado comprende planes como caminar a paso ligero, para acelerar los latidos del corazón.
Los investigadores encontraron específicamente que las personas que hicieron estos ejercicios tenían mejor memoria de trabajo (la pequeña cantidad de información que puede retenerse en la mente y usarse en la ejecución de tareas cognitivas) y que el mayor impacto fue en los procesos ejecutivos como la planificación y la organización.
¿Cuál es la relación entre la memoria y la actividad física?
“La memoria funciona a través de la práctica”, afirma Dave Rabin, neurocientífico, psiquiatra y cofundador de Apollo Neuroscience. “Cuanto más practiquemos algo, como humanos, mejor funcionará nuestro cerebro a un nivel superior”.
El especialista explica cuál es la relación entre la memoria y la actividad física: “El ejercicio físico contribuye a una memoria saludable porque crea una forma de entrenar físicamente la salud y la resiliencia de nuestro cuerpo, lo cual es importante”. “Es un proceso que llamamos hormesis , que significa someter al cuerpo a estrés, como ejercicio intenso o baños de agua caliente y fría…” Estas experiencias intensas, pero controladas, que no suponen una amenaza, explica, fortalecen la resiliencia del cuerpo. “Y como la mente y el cuerpo están conectados, también entrenan nuestra resiliencia mental y emocional”, continúa. “Y como resultado estamos menos inquietos, menos ansiosos”.
Según el especialista, la ansiedad y la tensión juegan un rol clave en el impedimento de nuestra capacidad de memoria. “Los dos factores principales en la retención de recuerdos son dónde ponemos nuestra atención y cuánto estrés y ansiedad tenemos en ese momento”, explica. “El estrés y la ansiedad se oponen al almacenamiento de nuevos recuerdos”, destaca Rabin.
El listado de los mejores ejercicios para fortalecer nuestra memoria y capacidad muscular
El menú de actividades beneficiosas para nuestra memoria y capacidad física varía entre distintos tipos de ejercicios bastante sencillos de ejecutar. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), existe un listado de aquellos más convenientes si deseamos mejorar nuestra habilidad física y mental.
Bailar: ya sea asistir a una clase de baile cardiovascular o ensayar una coreografía viral de alguna aplicación, aumentar nuestro ritmo cardíaco al son de la música y memorizar algunos pasos es excelente para la conexión mente-cuerpo.
Hacer sentadillas o caminar en el mismo lugar mientras vemos televisión: el componente multitarea de aumentar nuestra frecuencia cardíaca y asimilar nueva información tiene más impacto de lo que imaginamos.
Rutina de caminatas: el especialista explica que caminar es excelente para la memoria. Para mejorar nuestra memoria, lo más conveniente es pasear por la zona de nuestro barrio y luego tomar nota de nuestra ruta. Debemos memorizar nuestro camino y cuando lo sepamos, debemos comenzar uno nuevo. Cambiar de ruta cada pocas semanas puede mantener nuestra memoria y nuestro régimen de ejercicios frescos.
Utilizar las escaleras: si resulta difícil encontrar tiempo para movernos, podemos incorporar el ejercicio físico en nuestro día optando por las escaleras en lugar del ascensor.
Pasear a nuestro perrito: un estudio descubrió que los dueños de perros caminan, en promedio, 22 minutos más cada día que las personas que no tienen perros.