Si bien el chocolate es uno de los alimentos dulces preferidos que a muchos hace felices, hay otro que traería tanta o más felicidad, ya que, por medio de sus componentes produce una sensación de alegría en el cuerpo. Esto se debe a que genera la liberación de hormonas que están relacionadas con la felicidad, la serotonina y las endorfinas, las cuales ocasionan un buen estado de ánimo.
Aunque el chocolate es ampliamente reconocido por su capacidad para generar felicidad, el helado de vainilla se destaca aún más en este aspecto. Por medio de diversas investigaciones, se comprobó que este alimento activa un área relacionada con el procesamiento ubicado en la parte delantera del cerebro.
Por esa razón, cada cucharada de helado activa el mismo placer que cuando hacemos una actividad que nos gusta, mientras que, especialistas de Harvard manifestaron que los azúcares y las grasas de los helados, causan la secreción de endorfinas, hormonas relacionadas con el bienestar y placer.
Según un grupo de especialistas del Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, una combinación de nutrientes es responsable de la sensación de placer que experimentamos al disfrutar de este delicioso postre y, específicamente, de este sabor.
Cómo fue el estudio sobre el helado de vainilla
Un grupo de neurocientíficos del Instituto de Psiquiatría de Londres probó que consumir helado provoca en el cerebro el mismo efecto y el mismo placer que cuando escuchamos nuestra música favorita o tenemos un premio económico. Los investigadores escanearon el cerebro de varias personas mientras comían helado de vainilla.
De este modo descubrieron un efecto inmediato en partes del cerebro que se activan cuando la gente la está pasando bien. Estas zonas cerebrales incluyen la corteza orbitofrontal, el área de “procesamiento” en la parte delantera del cerebro. De esta forma, se demostró científicamente que el helado nos hace felices.
Los científicos utilizaron una máquina de resonancia magnética funcional para observar la sangre que fluía a las zonas activadas del cerebro cuando la gente ingería el helado. Desarrollados para investigar los efectos del daño y las enfermedades cerebrales, los escáneres se están utilizando cada vez más para fines no médicos.
Según se comprobó, cada cucharada de helado de vainilla estimulaba el mismo centro del placer que se activa al realizar actividades placenteras, como practicar deportes, escuchar música o pasar tiempo con seres queridos. La clave detrás de esta felicidad está en los azúcares y grasas presentes en el helado, que provocan la secreción de endorfinas, hormonas que se asocian con el bienestar.