La economía argentina no madura. La construcción acumula una caída del 30.3% en los primeros ocho meses, mientras que la industria bajó un 13,6% en el acumulado del año, de acuerdo con los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Los efectos de la recesión siguen evidenciándose, aunque el Gobierno nacional considera que va disipándose en la medida que pasan los meses.
La economía se tiñe de verde con las divisas que ingresan a través del Régimen de Regularización de Activos. Además, durante septiembre se registró una mejora en la liquidación de los agrodólares y, en los mercados alternativos, la divisa pierde fuerza. El derrumbe se observó ayer en el “blue”, que terminó en $ 1.175 por unidad. Por eso, el mercado califica el atesoramiento de dólares como la peor inversión del año. En julio, el informal cotizaba en $ 1.500 por unidad. El ingreso de divisas por el blanqueo de capitales también deprimió los precios de los financieros MEP y del Contado con Liquidación (CCL). En el año, el “blue” subió solo 14% y perdió posiciones frente a una inflación que se encamina al 100% anual. En tanto, el tipo de cambio oficial, con la estrategia del “crawling peg “del 2% mensual, sube 20,4% en el año. El contado con liqui, la vía por la que se dolarizan las empresas, es el que lleva la delantera entre las divisas: aumentó 25%, mientras que el MEP se movió 18%.
Un plazo fijo tradicional también le gana al dólar paralelo, ya que ofrece un rendimiento del 60%, mientras que un plazo fijo UVA ajustado por inflación, llega al 150%. Los dólares alternativos habían tocado un pico en julio, luego de que el Gobierno bajara abruptamente las tasas de las colocaciones en pesos, lo que llevó a los bancos a recortar los rendimientos de los plazos fijos.
Los analistas estiman que la tendencia a la baja del dólar se mantendría a lo largo del mes. Sin embargo, los operadores se resisten a definir que estamos en presencia de un “veranito cambiario”. Incluso, ayer trascendió un informe de FocusEconomics que sostiene que el dólar mayorista cerrará el año en $ 1.135. El reporte recibió el diagnóstico de 40 consultoras y analistas del mercado, algo similar a lo que el Banco Central realiza con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM). Entre los más optimistas, el valor del dólar es de $ 1.030, cercano al valor lanzado por el ministro de Economía, Luis Caputo, que había previsto un tipo de cambio oficial de $ 1.016 para el final de 2024.
Según el economista Gustavo Ber, continúa el monitoreo de la dinámica de los depósitos en dólares, que vienen experimentando un modesto descenso en las primeras jornadas de octubre, lo que sigue abriendo expectativa sobre una mayor expansión del crédito con repercusiones positivas sobre la actividad económica. En ese escenario, plantea el analista, los dólares financieros continúan aflojando, con una “brecha” ya cerca del 20%, de la mano también de un proceso de desinflación que se anticipa podría comenzar a arrojar lecturas por debajo del 4% mensual, lo cual ayudaría a seguir reduciendo la nominalidad y a que se continúe avanzando hacia una convergencia cambiaria.
Bonos en dólares
El mercado festeja y el Gobierno se suma a la fiesta que viven los bonos en dólares. En medio de un aumento del apetito inversor, el Riesgo País perforó el piso de los 1.200 puntos y se ubicó en 1.175 puntos, el nivel más bajo desde abril. En lo que va de octubre, el indicador de JP Morgan que mide el sobre costo de la deuda argentina bajó un 8,9%, y en el año ya retrocede un 38%. En este contexto, el banco Morgan Stanley recomendó la compra de los títulos de la deuda argentina.
La etapa de alta liquidación del agro llega a su fin, al tiempo que arranca la demanda de dólares para el turismo. La pregunta que se hace el mercado es: ¿podrá Milei salir del cepo cambiario? La recuperación de las reservas va en ese sentido. Hasta diciembre tiene tiempo para responder ese interrogante.