La causa por el robo de agua en Yerba Buena entró en una etapa de definiciones. Todas las partes comenzaron a presentar pruebas con dos propósitos diferentes. Los defensores, para demostrar que el citricultor Juan Zamora no cometió el hecho por el que fue imputado y, los acusadores, para conseguir agravar la acusación en contra del empresario.
El 24 de septiembre, la Sociedad Aguas del Tucumán descubrió una conexión clandestina del acueducto que lleva agua del río Las Piedras a la cisterna de Lomas de Imbaud. Personal de la SAT estableció que el líquido era transportado hasta una laguna artificial que se había construido en la finca del acusado.
La fiscala María del Carmen Reuter pidió que se lo acusara de robo agravado, con el apoyo de los querellantes Valeria Abdo y Walter Ojeda y el rechazo de los defensores. El juez Federico Moeykens terminó acusándolo de robo simple. También ordenó que el acusado regrese al país y que a partir de ahora sólo podría viajar al exterior si contaba con autorización judicial.
Los defensores Camilo Atim y Alfredo Falú presentaron ayer en la fiscalía testimonios de vecinos que darían cuenta que la conexión había sido realizada antes de 2009, año en el que Zamora informó haber comprado la finca en donde se encontró el reservorio de agua.
Además, según confiaron fuentes judiciales, solicitaron que se realice una pericia para determinar el año en el que se instaló la conexión en la toma del río Las Piedras con el que buscará confirmar que fue anterior a que él se transformó en el dueño de sus tierras.
Informes
Fuentes judiciales confirmaron además que Leonardo Delbono y José María Molina, que representan a la Fiscalía de Estado a la que también se le otorgó el rol de querellante, presentaron informes de la Dirección General de Catastro y el Registro Inmobiliario. No trascendieron los detalles del contenido de los escritos.
En la fiscalía continuaron tomando declaraciones a testigos. Según la información que consiguió LA GACETA, son trabajadores de la SAT y técnicos especialistas en temas vinculados a conexiones de cañería.
Paralelamente, comenzó la inspección a todo el acueducto que lleva el agua a la cisterna de Lomas de Imbaud. Esta tarea llevará más tiempo de lo previsto.