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La huella de carbono mide las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas por nuestras actividades diarias, como conducir, consumir productos plásticos o usar electrodomésticos. Estas emisiones contribuyen al calentamiento global y sus consecuencias ya son evidentes. En un informe publicado recientemente la ONU advirtió que si no se logra neutralizar esos efectos, a futuro la contaminación ambiental será crítica. “Calcular la huella de carbono es clave para tomar conciencia y adoptar hábitos más sostenibles que ayuden a reducir al máximo nuestras emisiones y proteger el planeta”, sostienen los organizadores del Congreso Regional CREA. Por eso una de las premisas de este encuentro fue calcular la huella de carbono. “La idea es compensar las emisiones que este evento genera. Medimos cada acción realizada desde el momento inicial cuando comenzó a organizarse este encuentro hasta su finalización. Monitoreamos traslados de los asistentes, uso de energía eléctrica, alimentos que se consumieron, gestión de residuos, entre otros aspectos”, explicó Herminia Ledesma, referente de la Consultora Melius a cargo de la tarea.
“Existen protocolos y estándares internacionales en base a conversores que permiten calcular los datos exactos. Con esta información sabremos cómo compensar el daño. Eso se logra plantando árboles, entre otras acciones”, menciona Ledesma.
Varias organizaciones donaron árboles nativos con ese fin. El Repique SRL es una de ellas, institución que trabaja en la restauración y conservación de bosques nativos y cuentan con un banco de semillas único en el norte argentino.
“Los socios CREA han asumido el compromiso de plantar ellos mismos los árboles. El objetivo es generar pequeños bosques en sus campos que puedan ayudar a este fin. El pacto es cuidarlos para que crezcan y vivan durante 20 años”, mencionó.
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