Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos

Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos

En la ciudad colombiana, el progreso no se impone desde arriba, se teje desde la base, cuando cada ciudadano toma parte activa.

Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos
02 Octubre 2024

Por Francisco de Rosa, presidente de Meta Tucumán.

Lo que comenzó como una jornada de agotamiento físico y mental terminó siendo una revelación sobre el inmenso poder que una comunidad tiene cuando cree en sí misma. Medellín, una ciudad que no deja de sorprendernos, nos mostró en este segundo día algo mucho más profundo que infraestructura o eficiencia pública: el verdadero poder transformador del bien común.

Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos

Comencemos por el final: terminamos nuestra jornada en el imponente sector deportivo del barrio La Floresta, un espacio extraordinario gestionado por el Instituto de Deportes y Recreación de Medellín (Inder). Alrededor del estadio que comparten Atlético Nacional e Independiente de Medellín se despliega un complejo polideportivo de clase mundial: 12 piscinas, canchas de vóley, básquet, tenis, gimnasia artística, judo, un velódromo y muchas otras disciplinas, todas totalmente gratuitas. Mientras recorría esta infraestructura, diseñada para nutrir tanto el cuerpo como el espíritu de los ciudadanos, no pude evitar sentir una profunda tristeza al pensar en las oportunidades que se les escapan a nuestros hijos en Tucumán.

Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos

Medellín cuenta con 1.100 espacios deportivos que no solo están dedicados a la práctica del deporte, sino que también cumplen una misión profunda: transmitir valores y construir una cultura ciudadana basada en el respeto y la convivencia. Los agentes promotores del Inder están presentes en cada rincón de la ciudad, no solo coordinando actividades, sino formando a los jóvenes en competencia sana, disciplina y respeto. Son verdaderos guardianes, no solo del espacio público, sino del futuro de Medellín.

Lo que más me impactó no fue solo la magnitud de las instalaciones, sino la filosofía detrás de cada acción. Mientras Eduardo Silva Meluk, director del Inder, nos hablaba sobre la importancia de educar en valores, comprendí que Medellín no solo invierte en ladrillos y cemento; invierte en el alma de sus ciudadanos. Es en esa apuesta por el ser humano donde reside la verdadera transformación.

Fútbol, armonía y respeto

Un ejemplo lo dice todo: el gigantesco estadio de 45.000 personas de Atlético Medellín, a diferencia de los que conocemos en Tucumán o Argentina, no tiene separaciones, ni fosos, ni rejas ni alambres entre el público y el espectáculo. Es una apuesta monumental de la comunidad, un voto de confianza en la posibilidad de vivir en armonía y con respeto, incluso en el apasionado contexto del fútbol. Es un símbolo de la cultura ciudadana que sostiene a Medellín.

Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos

La semana pasada, en el partido contra Junior de Barranquilla, se produjeron serios incidentes que terminaron con más de 30 personas hospitalizadas. "Vamos a insistir en la educación", nos dijo con firmeza Eduardo Silva Meluk. "Individualizaremos a los responsables y los sancionaremos, pero no renunciaremos al respeto y a la cultura". Este tipo de claridad conceptual impregna cada rincón de Medellín. Mientras lo escuchaba, no podía dejar de pensar que es precisamente esta visión de comunidad respetuosa y orgullosa de su pertenencia la que hace posibles milagros como el que presenciamos esa misma mañana.

Me refiero a Empresas Públicas de Medellín (EPM), una empresa que desafía por completo nuestras ideas sobre lo que una compañía pública puede ser, tanto en Tucumán como en Argentina. En lugar de ser deficitaria o ineficiente, EPM es una verdadera máquina de generar riqueza: una empresa altamente rentable con 47 subsidiarias en 7 países. Año tras año, EPM entrega al municipio el 55% de sus ganancias, casi 500 millones de dólares que no se diluyen en burocracia, sino que se transforman en proyectos de infraestructura, transporte, servicios y calidad de vida. Es la columna vertebral que sostiene el sueño de una Medellín más justa.

Construir y sostener el futuro

EPM es mucho más que una empresa eficiente; es el pulso económico de Medellín, la prueba viviente de lo que ocurre cuando una ciudad confía en su propia fuerza. ¿Cómo puede una empresa pública entregar 500 millones de dólares al año para el bienestar de su gente? Porque Medellín ha descifrado un código que muchas ciudades aún desconocen: el progreso no se impone desde arriba, se teje desde la base, cuando cada ciudadano toma parte activa, creyendo en su capacidad de construir y sostener el futuro de su comunidad.

Medellín, un ejemplo que inspira para proyectar el futuro de los tucumanos

Además, EPM apadrina 12 de los 21 espacios de infraestructura de proximidad, esos lugares donde la integración social en las comunas más vulnerables cobra vida. Esta sinergia perfecta entre comunidad, empresa y Estado es lo que permite que Medellín siga evolucionando y ofrece un ejemplo poderoso de cómo un modelo colaborativo puede transformar una ciudad entera.

EPM nos enseña que no es necesario depender de un estado central, ya sea nacional o provincial, para generar cambios profundos. Medellín ha demostrado que una gestión estatal puede generar riqueza y enfrentar los propios desafíos con autonomía y visión a largo plazo.

A nosotros, los tucumanos que estamos aquí observando con asombro estas proezas, los colombianos no dejan de pedirnos que dejemos de pensar que estos logros son imposibles en Tucumán. Nos recuerdan que hace treinta años nada de esto existía, y nos sugieren que, desde nuestras propias fortalezas, empecemos a tomar decisiones valientes e intentemos dar los primeros pasos hacia la creación de comunidad.

Comentarios