25 Febrero 2005
LONDRES.- Los burros, en Gran Bretaña, la están pasando muy mal. La fiebre generada por la película animada "Shrek" por estos animales llevó a cientos de padres a comprarle a sus hijos simpáticos ejemplares del mejor amigo del ogro verde.
Pero, al poco tiempo, son abandonados por su dueños, o no reciben el trato adecuado. Además, la mayoría de ellos vive en lugares no aptos, lo que genera males olores y molestias en distintos vecindarios.
Recientemente, la escritora Joanne K. Rowling, autora de la exitosa saga del mago Harry Potter, les pidió a sus lectores que dejen de comprar búhos (la mascota del protagonista de sus historias) porque muchos de estos ejemplares estaban muriendo por la falta de atención.
Peter Jinman, presidente de la Asociación Británica de Veterinarios, le dijo a la "BBC" que en los últimos tres años ha aumentado el número de llamadas sobre burros.
El "efecto Shrek" parece ser responsable de un desmesurado incremento en las importaciones de burros. A esto se suma, dice el veterinario, el hecho de que muchas familias se están trasladando al campo y comprando casas con grandes terrenos.
Poco espacio
Según Jinman, muchos de los dueños no conocen los cuidados que requieren por los burros. Y es que, al parecer, los burros necesitan mucho espacio y atención, como explica Tina Court, de la organización Santuario de los Burros.
"Los burros necesitan de por lo menos media hectárea de tierra de pastoreo, un refugio, un buen herrero, un veterinario, paja para dormir y mucho tiempo, porque a los burros les encanta la atención", explica Court.
Otro problema para quien quiera adquirir un burro es su longevidad, ya que puede llegar a vivir más de 30 años, un lapso demasiado prolongado para niños que crecen demasiado rápido y se olvidan de sus mascotas y de sus juguetes con facilidad. (Especial)
Pero, al poco tiempo, son abandonados por su dueños, o no reciben el trato adecuado. Además, la mayoría de ellos vive en lugares no aptos, lo que genera males olores y molestias en distintos vecindarios.
Recientemente, la escritora Joanne K. Rowling, autora de la exitosa saga del mago Harry Potter, les pidió a sus lectores que dejen de comprar búhos (la mascota del protagonista de sus historias) porque muchos de estos ejemplares estaban muriendo por la falta de atención.
Peter Jinman, presidente de la Asociación Británica de Veterinarios, le dijo a la "BBC" que en los últimos tres años ha aumentado el número de llamadas sobre burros.
El "efecto Shrek" parece ser responsable de un desmesurado incremento en las importaciones de burros. A esto se suma, dice el veterinario, el hecho de que muchas familias se están trasladando al campo y comprando casas con grandes terrenos.
Poco espacio
Según Jinman, muchos de los dueños no conocen los cuidados que requieren por los burros. Y es que, al parecer, los burros necesitan mucho espacio y atención, como explica Tina Court, de la organización Santuario de los Burros.
"Los burros necesitan de por lo menos media hectárea de tierra de pastoreo, un refugio, un buen herrero, un veterinario, paja para dormir y mucho tiempo, porque a los burros les encanta la atención", explica Court.
Otro problema para quien quiera adquirir un burro es su longevidad, ya que puede llegar a vivir más de 30 años, un lapso demasiado prolongado para niños que crecen demasiado rápido y se olvidan de sus mascotas y de sus juguetes con facilidad. (Especial)
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