La Cámara de Diputados de la Nación aprobó este martes la implementación de la Boleta Única de Papel para elegir cargos nacionales (presidente, vice, y legisladores del Congreso) a partir de las próximas elecciones.
La medida se aprobó por 143 votos afirmativos, 87 rechazos y cinco abstenciones. Fue acompañado por La Libertad Avanza, la UCR, PRO y la Coalición Cívica.
Tras la sanción, Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del Interior, señaló que la implementación de este mecanismo "nos permitirá a partir de 2025 tener un sistema de participación más transparente, garantizar la igualdad de los partidos políticos en el cuarto oscuro y reducir los costos económicos de manera drástica, siendo la mayor transformación de nuestro sistema electoral desde 1983".
El punto principal de esta reforma es la eliminación de la actual papeleta partidaria, que distribuye y cuida cada espacio político, para adoptar una única boleta que aglutine toda la oferta electoral nacional.
Esta modificación termina con la práctica de robar u ocultar boletas en el cuarto oscuro. También, con el negocio de los “sellos de goma”, partidos sin representación real que en cada elección presentan múltiples candidatos para acceder a los fondos que el Estado distribuye para imprimir las boletas.
Con una boleta única que engloba a todos los candidatos, se garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación. En el diseño elegido, basado en el modelo que actualmente utiliza la provincia de Mendoza, los partidos figurarán en las columnas (verticales) y los cargos en las filas (horizontales) para facilitar la visualización del elector.
No incluirá el casillero de “lista completa” para que el votante pueda seleccionar todas las categorías de un mismo color político. La ausencia de esta opción anulará casi por completo el “efecto arrastre” de las estructuras partidarias.
Esta modificación del sistema tiene un gran simbolismo para la Casa Rosada. No solo ataca las prácticas clientelares y el negocio de la impresión de boletas, sino que también garantiza el derecho de elegir y ser elegido sin la necesidad de una estructura robusta de fiscales, algo que en la última elección le costó a los libertarios un pacto con el sindicalista Luis Barrionuevo en las PASO y con PRO en el balotaje.