Las advertencias a nivel médico sobre la mala postura son reconocidas por la mayoría de personas. El desgaste de la columna vertebral, la fragilidad y la tendencia a las lesiones son algunos avisos de esta posición. Sin embargo, las consecuencias pueden ir más allá e incluso tener efectos en nuestra salud mental.
Pocos pensarán que la manera en que nos mantenemos de pie pueda afectar a nuestra bienestar emocional, sin embargo, parece que el encorvar nuestra columna supone más consecuencias de las que creemos. Nuestra postura puede influenciar nuestro humor a la vez que nuestro humor puede afectar la manera en que nos posicionamos frente al mundo, fisiológicamente hablando.
Los beneficios de tener una correcta postura: el pararnos erguido puede aliviar los síntomas de la depresión
Existen diversas maneras en que nuestra postura afecta nuestro estado de salud mental, así como la manera en que experimentamos la vida. Tener conciencia de ello puede incrementar nuestro bienestar, por ejemplo, ayudando a aliviar los síntomas de la depresión. Este asombroso descubrimiento fue publicado por un estudio en el año 2017 en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry.
La investigación dio cuenta de que en personas con depresión leve a moderada, el sentarse erguido puede mejorar el humor y reducir la fatiga durante tareas más tensionantes. Los resultados demostraron que una postura erguida promueve mayores niveles de emociones positivas, reduce la fatiga e incremente la fluidez del discurso comparado con aquellos que se reservan en una posición encorvada.
Otro estudio demostró cuáles son las vinculaciones entre las distintas posturas y las emociones. Este dio cuenta que las posturas de mayor "poder", donde el cuerpo se muestra con amplitud puede llevar a emociones positivas como la confianza. Mientras que las posturas de menor "poder", con el cuerpo caído y constreñido puede promover emociones negativas como la tristeza y la ansiedad, tanto al estar parado como sentado.
Otra ventaja: el pararse erguido puede elevar nuestra confianza
El erguir la espalda, colocar los hombros hacia atrás y doblar las mangas para descubrir nuestros brazos, son aquellos signos que demuestran cierta preparación de valentía para enfrentar un desafío. Podemos comprobar que aquel simple acto puede darnos un golpe de confianza, ayudándonos a enfrentar la situación con mayor seguridad y control.
Un estudio publicado en 2014 en la revista Health Psychology dio cuenta que la postura juega un un papel importante en la forma en que respondemos al estrés. Los participantes que se sentaron erguidos durante una tarea estresante informaron tener una mayor autoestima, mejor estado de ánimo y menos miedo en comparación con aquellos que se encorvaron y eran más negativos y centrados en sí mismos.