El periodismo importa: la alegría de la verdad compartida, el vínculo sagrado y los valores autoev

El periodismo importa: la alegría de la verdad compartida, el vínculo sagrado y los valores autoev

El periodismo importa: la alegría de la verdad compartida, el vínculo sagrado y los valores autoev
27 Septiembre 2024

Branko Brkic

Editor en jefe de Daily Maverick. Creador de la campaña “Elegí la verdad”

María Ressa

Premio Nobel de la Paz. CEO de Rappler.com

Estimado lector, ciudadano, compañero: 2024 está poniendo a prueba a nuestras sociedades modernas en maneras que alguna vez esperamos que nunca se repetirían.

Regímenes autocráticos y aspirantes a dictadores desafían a las libertades a través de las fronteras, las razas y las religiones. Conflictos modernos se expanden en todo el globo y se desarrollan por medio de una circulación de información abrumadora por su alcance y su poder. Las nuevas tecnologías, y las plataformas que habilitan, son los campos de batalla en el que nuestro futuro se decide -usualmente sin nuestro permiso y contra nuestros deseos-.

En esta corriente trituradora, es el periodismo -basado en hechos y evidencias relevados por medios periodísticos confiables- el que tiene el deber perpetuo de defender los valores autoevidentes que nuestra civilización construyó alrededor del mundo. A través de los periodistas que asumen su responsabilidad de honrar el lazo sagrado con sus audiencias y comunidades.

En compensación, nosotros sentimos la alegría de la verdad compartida con ustedes. Estos momentos especiales -en el que nuevas historias salvan vidas, mejoran el entendimiento entre las personas y nos guían en tiempos duros- usualmente se pierden en la avalancha de desinformación; destruyendo la verdad, la base de nuestra habilidad para convivir. Incluso la noción de Verdad está bajo ataque. En todos lados el periodismo lucha para sostenerse y mantener su relevancia en sus comunidades, y para un alarmante número de nuestras organizaciones informativas, la existencia diaria es una lucha solo por subsistir.

Estos son, no obstante, tiempos extraordinarios -preocupantes hasta el centro de cada alma a la que le preocupa la gente, la civilización y la democracia que la hace posible-. Y aún así, estos días problemáticos también son estimulantes y brillantes. En momentos en que los sistemas se desmoronan y las verdades fundacionales están bajo presión, los medios periodísticos del mundo debemos mostrar que estamos hechos de una materia consistente; una materia que puede resistir campañas de desinformación, aguantar ataques y una avalancha de falsedades.

Nuestro modelo de negocios es amenazado por la presión de las grandes compañías tecnológicas. La verdad en sí misma es relativizada diariamente; lo que alguna vez fue una realidad aceptada por un entendimiento común, hoy es suplantada por una interpretación libre.

En muchas instancias, la mera forma de la palabra Verdad conlleva el significado de mentira.

Cruzada

No se trata de ataques al azar o accidentales. Son todos parte de una cruzada contra nuestro sistema de valores, nuestro entendimiento básico de lo que bueno y malo. Sin nuestro sistema de valores, si no podemos distinguir qué es bueno y malo, tampoco tendremos una civilización.

En el próximo 28 de septiembre –y en cada Día Mundial de las Noticias- los medios periodísticos de todo el mundo uniremos nuestras manos para reafirmar nuestro compromiso perpetuo con las Noticias, los Hechos, la Rendición de cuentas, el Servicio Público, la Humanidad, el Escrutinio, la Independencia, la Ética y la Comunidad.

Estas palabras tienen un significado profundo.

Nos importan.

Solo tenemos por delante una opción. Los medios periodísticos continuaremos cumpliendo nuestro deber. Las noticias que reporteamos seguirán apoyándose en hechos. Defenderemos la Verdad. Y queremos asegurarles, estimados lectores, que es nuestra firme intención seguir haciéndolo. No nos cansaremos, no nos daremos por vencidos. La batalla por la Verdad es la batalla por un futuro común.

Y a nuestros colegas en donde estén en esta problemática historia: no desesperen. No están solos. Nuestra misión nos une a todos.

El ruido y la violencia eventualmente disminuirán, y el discurso basado en la verdad y la decencia regresará. Puede que no suceda pronto pero sucederá.

Por ahora, lucharemos. Cada momento de cada hora, de cada día.

En este Día de las Noticias de 2024, aseguremos que nunca olvidaremos por qué estamos aquí en primer lugar y ayudemos a mantener la alegría de la verdad compartida con nuestros lectores, nuestro verdadero Norte.

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