Carlos Melconian: "Hay muy pocas chances de ir a reducciones impositivas"

Carlos Melconian: "Hay muy pocas chances de ir a reducciones impositivas"

"El Presidente hizo un ajustazo sin motosierra, con licuadora, y pedaleando al sector energético", dijo el economista.

Carlos Melconian Carlos Melconian
25 Septiembre 2024

“Hay muy pocas chances de ir a reducciones impositivas” en 2025, pronosticó el economista Carlos Melconian, y advirtió que el próximo año “los licuados van a venir por la dislicuación”, en referencia a que los sectores que tuvieron ajustes menores a la inflación buscarán recomponer.

El ex director del Banco Nación disertó en un evento privado organizado por American Venture Solutions, una empresa boutique que se especializada en soluciones de inversión EB-5 personalizadas y diseñadas para grupos pequeños de inversores. Allí dio su visión sobre el régimen fiscal, cambiario y monetario del gobierno de Javier Milei ante inversores.

“Fiscalmente hablando, el 2024 fue un arquero con cuatro delanteros para pasar de -2,7 a 1,6 de superávit. Cuando el Presidente dice ´el ajuste más grande de la historia de la humanidad´, es innecesario. Hizo un ajustazo sin motosierra, con licuadora, y pedaleando al sector energético. Hubo motosierra en dos lugares, provincias e infraestructura”, enfatizó el economista, según reflejó Infobae.

Respecto de 2025, remarcó que “hay un presupuesto para jugar con cuatro arqueros y un delantero. ¿Por qué? Porque los licuados van a venir por la deslicuación. Entonces acá el Presidente se prepara y dice hay un rubro del gasto público donde no puedo hacer nada respecto a deslicuarlos porque está establecido por Ley, básicamente algunas cuestiones de política social. Entonces dice, si no me da la recaudación para mantener el mismo superávit fiscal de este año, tendré que operar en el gasto discrecional”, sostuvo.

Y agregó, en este sentido, que el gasto discrecional tiene nombre y apellido: “Continuar con infraestructura, ir por las tarifas en un sendero más complicado, porque se hizo mucho en términos de arreglar el guiso tarifario que le dejaron, pero fundamentalmente en el segmento N1 (ingresos altos). Es decir, lo que queda por venir en el segmento tarifario de luz, gas y boletos de colectivos es más bien clase baja y clase media”. “Entonces -agregó-, en términos de costos políticos para reducir los subsidios, ahí hay un conflicto”, explicó Melconian.

En tanto, aseguró que hay un desafío fiscal en cuanto a ingresos en las cuentas públicas por la quita del Impuesto PAIS. “Lamentablemente, hay muy pocas chances de ir a reducciones impositivas”, sostuvo.

“Simultáneamente hay un cortocircuito entre el Presidente y el Banco Central porque se ha empezado a generar una tenue aparición de lo que se llama monetización y crédito, que todos los activos cuando crecen a una tasa inferior a la inflación se licuan, que es lo que pasó en el primer semestre del año y es lo que profundizó la recesión. Ahora, cuando los activos nuestros y sus flujos empiezan a crecer por arriba de la tasa de inflación, entre otras cosas porque la inflación vino de 25% a 4%, empieza a darse el proceso inverso. Y esto en un monetarista ultra, austríaco, anarcocapitalista, es que ‘no va a ser cosa que me impida el proceso de desinflación para llevarme la inflación a cero. Quiero cortar todas las canillas’”, afirmó Melconian.

“El aumento de la cantidad de dinero y del crédito permite buscar un piso en el nivel de actividad, pero pone en duda el proceso de desinflación. Ese trade off desinflación-actividad tiene que definirse en los próximos 3 a 6 meses ¿Cuál es el ideal? Que siga bajando la inflación y reactive la economía. ¿Puede? Es difícil. ¿Y por qué va a optar el presidente? si tuviera que elegir, prefiere que siga cayendo la inflación, que es su hijo directo, y le va a prestar menos atención al nivel de actividad”, agregó.

También destacó que cree que el presidente quiere que el ultramonetarismo fiscalista le haga “escupir” dólares al sector privado. “‘Van a tener que hasta pagar impuestos’. Quien dice eso está pensando en una profunda recesión, y casi en una deflación. Son muy malas medicinas esas fiscalistas automáticas que desde el fiscalismo puro y duro a vos se te obliga a sacar tus dólares. Entonces, ¿cómo creo yo que se atenúa esto? Se atenúa prestándole atención a las reservas, al régimen cambiario y a iniciar negociación con los acreedores externos, que es lo que hasta ahora este gobierno no ha hecho y es lo que me preocupa”, consideró el economista.

Por otro lado, dijo que es “incontinuable” el cepo para los dividendos de las compañías porque a las empresas extranjeras les interesa más el dividendo que el riesgo país de Argentina.

Respecto a la inflación, consideró que es preferible que, en la medida que baje, se vayan corrigiendo los precios relativos. “Prefiero una inflación que se sostenga en 3% mensual y donde esté corrigiéndose la luz, el gas, todos los precios que recibió el presidente atrasados, antes de presionar a una baja al 1,5% mensual como él quiere”, precisó.

A su vez, dijo que uno de los precios atrasados son los salarios y que hay preocupación en ese sentido. “Nunca yo vi 7 millones y medio de informales sobre 22 millones de población económicamente activa y que tienen el 50% del poder adquisitivo del 2001. Hay un lío en el empleo diferente al periodo de Menem. El ajuste de Menem fue por cantidad, llegó a una desocupación de dos dígitos, acá hay un ajuste por precio e informalidad, y prácticamente una reforma laboral que ha hecho el mercado”, señaló.

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