Luego de que la intendenta Rossana Chahla promulgara la suba del boleto de transporte de colectivo, con lo cual el urbano pasó a costar 950 pesos, los concejales José María Canelada y Gustavo Cobos lamentaron que el municipio no vetara este incremento. "La intendenta ha quebrado la confianza con los vecinos de la capital. Todos la escuchamos decir que en este estado del servicio, no se podía hacer un aumento. Esto no solo atenta contra el bolsillo de los ciudadanos, sino también contra la palabra que debe sostener a cualquier gestión política. ¿Cómo puede esperar la intendenta que la comunidad confíe en sus promesas si ni siquiera es capaz de cumplir con la más básica coherencia entre lo que dice y lo que hace?", advirtieron.
En ese sentido los ediles, que votaron en contra de la suba en el Concejo Deliberante, añadieron que cualquier expresión pública de un mandatario significa mucho más que una simple declaración. "Cuando una autoridad emite declaraciones, esas palabras no son simples enunciados, sino compromisos que establece con la sociedad. Y en este caso la promesa a los tucumanos era clara: que mientras tuvieran que esperar una hora por colectivos rotos, que se incendian, que pierden la dirección, en los que se viaja como ganado, no iban a pagar más caro el boleto. Sin embargo, hoy los vecinos de San Miguel tendrán que pagar casi mil pesos por viajar tan mal como la semana pasada".
"Lamentamos que la intendenta, que ya ha hecho uso del poder de veto que tiene para otras ordenanzas, no haya decidido hacer lo mismo cuando se lo pedían los usuarios que sufren todos los días este mal servicio. Desde el municipio expresaron que no iban a tolerar ningún tipo de extorsiones por parte de los empresarios del transporte y sin embargo han salido a conceder todo lo que estos pedían. A ellos sí se los ha escuchado", cerraron.