Por Daniel Alfredo Coronel
24 Septiembre 2024
VULNERABLE. El "Decano" recibió ocho goles en los últimos dos partidos de la Liga Profesional. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA.
La defensa de Atlético, esa que tanto se ponderó durante gran parte de esta Liga Profesional, quedó en el centro de la escena luego de las dos goleadas que relegaron al “Decano” del puesto de escolta al quinto lugar. Y también trajo a colación un problema que parecía olvidado por los hinchas: la vulnerabilidad.
Tras la salida de Lucas Pusineri en 2023, y con Favio Orsi y Sergio Gómez a la cabeza, el equipo asumió un rol mucho más defensivo; con planteos cerrados y con pocos goles.
Así el paso de la dupla por 25 de Mayo y Chile dejó un saldo de 25 juegos, en los que solamente en cuatro ocasiones hubo más de tres goles (1-3 contra Vélez, 1-2 contra Independiente, 2-1 a Gimnasia y 0-3 contra Instituto).
En la era de Facundo Sava (lleva 23 juegos al frente del “Decano”) hubo más de tres goles en 10 ocasiones. Seis fueron derrotas (0-3 con Banfield, 1-4 contra Talleres, 0-4 con Huracán, 1-2 contra Gimnasia, 1-4 contra River y 2-4 con Belgrano). En tanto, ganó tres partidos (4-0 a Defensores de Belgrano, 3-2 a Gimnasia y 2-1 a Independiente Rivadavia) y empató 2-2 también con la “Lepra” mendocina.
Que Sava es un técnico audaz no quedan dudas. Lo demostró cada vez que tuvo la posibilidad. Sin ir más lejos, en su primera excursión contra Talleres (ese equipo de Walter Ribonetto que jugaba bien) “Colo” propuso un partido de ida y vuelta y terminó cayendo 4-1. Sin embargo, en el momento en el que estuvo 2-1 podría haber llegado al empate.
Algo similar le pasó frente a River hace dos fechas. Contra el “Millonario” incluso estuvo arriba en el marcador y tuvo muy buenos minutos en el inicio del complemento (como aquella vez en Córdoba) con el marcador 2-1 en contra.
Más allá de las sensaciones con las que pueden terminar los partidos el cuerpo técnico y los jugadores, el fútbol se mide por el rendimiento estadístico y, en este caso, las derrotas frente al “Millonario” y al “Pirata” hicieron ruido entre los hinchas.
A Atlético, en los últimos 180 minutos que disputó de la Liga Profesional, le anotaron ocho goles; misma cantidad que había recibido en los otros 13 partidos del torneo. Así, el “Decano” salió de ese selecto grupo que integraba junto a Huracán (ocho) y Vélez (siete) como los equipos con menos goles en contra.
La consolidación de Moisés Brandán, Juan Infante y Matías de los Santos fue clave para mejorar en un aspecto en el que en los últimos torneos sólo tenía como figura a Nicolás Romero. Sin embargo, la situación cambió radicalmente en dos semanas. De los Santos fue reemplazado en el duelo contra Belgrane fue silbado por los fanáticos.
Gino Peruzzi, que con sus ingresos muchas veces mejoraba la labor de Brandán, parece no estar atravesando su mejor momento deportivo y por eso el jujeño se sostiene en la titularidad a pesar de haber tenido algunos partidos con un rendimiento flojo.
Por la otra banda, Infante sufre mucho en la marca y aporta poco en ataque. Ni Mateo Bajamich ni Franco Nicola colaboran en la marca por la banda izquierda, por lo que el ex Platense no pasa con sorpresa al ataque y sufre la desventaja numérica cuando lo atacan.
Como si esto fuera poco, los desacoples defensivos coincidieron con una baja en el rendimiento de Tomás Durso.
Para poder entrar en consideración del cuerpo técnico, el ex Gimnasia La Plata tuvo que esperar su momento con paciencia. “Es difícil para los arqueros, pero se trata de prepararse. Creo que esos cuatro meses hoy están dando sus frutos, quizás no te toca jugar y laburás en la sombra, pero cuando te toca comienzan a verse los resultados”, remarcó.
Atlético tiene la misión de hacer borrón y cuenta nueva luego de estos dos partidos que pusieron en jaque los sueños coperos (está a ocho puntos de Huracán, el último equipo que se está clasificando para la Copa Sudamericana). Para ello será necesario que Sava ajuste el equipo de mitad de cancha hacia atrás antes de comenzar a mirar el arco del frente. Las últimas estadísticas son claras y muestran que el golpe por golpe como estilo de juego no le está dando buenos resultados.
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