"Dios quiera que 'Chiqui' Tapia no venga con las manos vacías", dijo Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán

"Dios quiera que 'Chiqui' Tapia no venga con las manos vacías", dijo Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán

Mario Leito habló de infancia en Monteros, de sus inicios en la política, de su vida en el club y de que espera que de una vez por todas, reconozcan al “Decano” como campeón nacional.

CHARLAS DE CAFÉ. Mario Leito, presidente de Atlético y legislador provincial, participó del ciclo de entrevistas de LA GACETA. Foto: José Nuno - LA GACETA.

En la previa del aniversario de Atlético Tucumán, Mario Leito (presidente “decano” y legislador provincial), contó detalles de sus comienzos en su vida política, de cómo llegó a ser presidente de un club de fútbol y cuál fue la clave para sostenerse en el tiempo. Además, le mandó un mensaje a Claudio Tapia, que estará presente en los festejos por los 122 años de la institución: “Uno cuando va a un cumpleaños siempre trata de llevar algo. Dios quiera que no venga con las manos vacías”, dijo con una sonrisa cómplice, en medio de los rumores que señalan que el mandatario de AFA podría reconocer el título que Atlético consiguió en 1960 como oficial de Primera División.

- Hace 40 años, ¿dónde estaba Mario Leito?

- En la facultad, estudiando abogacía. En ese momento, con un amigo diseñábamos y fabricábamos ropa. Teníamos muchas ideas buenas, llevábamos el diseño a los talleres. Fabricábamos y después vendíamos. Era la manera de subsistir y bancarse lo que necesitás cuando tenés 20 años. Además militaba en la facultad y con algún trabajo territorial en Monteros. Estaba muy enganchado con la política.

- ¿Tu papá te inculcó eso?

- Sí; mi papá era un dirigente reconocido en Monteros. Te diría que en ese momento el peronismo de Monteros pasaba por mi casa. Mi mamá fue legisladora a los 33 años, en el ‘73. Nosotros mamamos todas esas cosas de la vida política; en mi casa se hablaba todos los días de política.

- ¿Ahora también se habla de política en tu casa?

- Mariano (23 años, hijo) también estudia Abogacía y tiene emprendimientos comerciales; Morena (18, hija) estudia Relaciones Internacionales. Ven muchísimas cosas de políticas, pero no es como antes. Hoy creo que es más tranquila la cosa, aparte ellos están mucho más informados. Yo trato de no involucrarlo a mi hijo en el tema político porque es la manera de cuidarlo y de protegerlo. Son tiempos distintos, antes se charlaba en el café ahora es en las redes.

-Cuando hablas sobre política con ellos, ¿lo haces como papá o como político?

- A los temas candentes por ahí lo conversamos; les pido opinión… Hemos tratado en su momento en el Congreso de la Nación un tema que tenía mucho impacto en la sociedad y también quería saber qué era lo que pensaban, qué decían, cómo miraban.

- ¿Extrañas algo de la juventud?

- No, tuve una vida sana. Podría haber salido para cualquier parte, sin embargo a pesar que muchas veces viví solo tuve una vida de deportista y me dedique a estudiar y a trabajar.

- ¿Te imaginaste llegar a lo que llegaste en el ámbito deportivo y político?

- Cuando militás y trabajás, siempre querés trascender. Eso es normal, pero hay que aprender que todo tiene un tiempo y que no hay que volverse loco. No hay que forzar absolutamente nada y así fue como fui construyendo mi vida. Siendo joven fui funcionario del Gobierno de “Palito” Ortega, Director de la Juventud, Apoderado del PJ, Interventor en el Subsidio de Salud. Llegué a Atlético por unos amigos que me invitaron. No quería ser dirigente, sólo colaborar en un momento en el que el club no estaba bien.

- ¿Lo que viviste en la época de la dictadura te marcó? (su mamá fue secuestrada)

- Sí, se aprende de todo eso. Cuando a mí me pasan cosas en grande, pienso: ‘esto es un juego de niño’. Yo viví otro tipo de cosas muy feas. Me hago cargo y responsable de todo, pero difícilmente me llegue a afectar a mí porque tengo una formación. Siempre viví siendo línea de fuego de cada una de las cosas que hacía.

- ¿Lo decís por la vida política de tu papá?

- Sí; mucho o todo del peronismo en esa época se definía en mi casa. Eso es bueno o malo.  Es bueno cuando tenés que resolver y elegís bien. Pero lo feo es cuando las cosas no andan bien y van a buscar a la cabeza, al tipo que piensa, que organiza, al que es referente. Y en ese momento le caían a mi papá.

- ¿Y eso qué significaba?

- Cuando digo ‘le caían’ vos tenés que pensar cómo era todo en aquellos tiempos. Te buscaban en el trabajo, te sacaban, perdías el trabajo y eras perseguido. Te hacían causas. Muchos años, los 1 de mayo hubo un auto de la Policía parado en mi casa; lo mismo los 17 de octubre. En ese momento estaba vigente la Ley de Prescindibilidad; no había trabajo para vos ni para tu esposa. Te quitaban todo.

- ¿Cómo fueron los días con el secuestro de tu mamá?

- Difícil, muy difícil. Costó muchísimo llegar a esta democracia. A veces dicen “son 30.000”… Sí, pero tenés que pensar que dentro de eso está tu amigo, tu vecino, tu mamá. Cayó mucha gente que nosotros conocíamos. Tuvimos que salir a pelear a la calle. Fueron siete u ocho años de lucha; los dirigentes de esa época tuvieron un valor increíble.

- ¿Cómo se salió adelante?

- Hubo dirigentes que la peleaban en la fábrica, en la calle, en el laburo; y hubo convencimiento de salir a pelear por los ideales.

- Dijiste que tenés el “cuero curtido”; ¿lo decís por algo relacionado a tu presidencia en Atlético?

- Creo que hay que tener valentía, no ser cobarde. Si no hubiese tenido la fortaleza física y mental, no hubiese llegado hasta el día de hoy en Atlético. En su momento el mandato era por tres años, luego lo bajaron a dos años de gestión porque los presidentes no lograban estar ni siquiera un año al frente del club. Por eso digo hay que tener coraje. Cuando me pusieron una bandera que era el mayor fracaso de la historia me podría haber ido a mi casa. Pero nosotros no somos así, no hay que aflojarle, hay que ir siempre al frente. Estamos convencidos de lo que queremos y esa es la clave para haber llegado aquí.

- Llegaste a Atlético en un momento de muchas urgencias…

- Nos pedían que lo saquemos del infierno. Lo logramos con mucho trabajo, pero no nos quedamos ahí. Fuimos por más. Había que seguir recorriendo un camino; llegamos a Primera dos veces y la última para quedarnos definitivamente. No vamos a bajar más.

- ¿Seguís convencido de no participar en las próximas elecciones?

- Esto es cambiante; pero sí. Es necesario un recambio, que compañeros que vienen trabajando hace mucho tiempo puedan tener la chance de ser presidente.

- ¿Qué te dicen los hinchas?

- Muchos me escribieron para pedirme disculpas, pero no me la creo a esa. Agradezco por la posibilidad, pero sé cómo es esto. Cuando salís campeón sobran los hombros para llevarte en andas, pero ese mismo es el que te insulta después.

- ¿Por qué se vive así el fútbol?

- Cuando deportivamente no te va bien tenés que echarle la culpa a alguien, tenés que descargarte con alguien porque vivimos en un país con muchas carencias y necesidades. El tipo futbolero se nutre de su pasión futbolera el domingo. Si gana, no le interesa que suba la nafta o lo que sea. Ahora cuando te llega la boleta el lunes y encima tu equipo perdió el domingo decís: “Vamos a putearlo a Leito”.

- ¿Qué fue del rumor que indicaba podías integrar la lista de la AFA?

- No sé de donde surgen esas cosas. En la AFA siempre una vicepresidencia es para Boca, otra para River y el tercero por lo general es alguien del ascenso. Lamentablemente en esta ocasión no estará nuestro amigo Guillermo Raed. Después veo que la conformación está con algunos clubes de Primera y con muchos clubes del ascenso. No está mal que sea así.

- ¿Por qué?

- Yo tomé partida en su momento y cuando lo hice estaba convencido. Eso tiene valor, incluso para lo que son tus adversarios porque dicen cuando fija una posición, va con esa idea y la defiende. Yo lo hice así. Eso me dio la posibilidad de ser uno de los vicepresidentes de la Liga Profesional.

- ¿Claudio Tapia vendrá a festejar el aniversario de Atlético?

- Sí, está invitado. Dijo que va a venir y le creo. Estamos preparando la visita de él. El 27 vamos a celebrar nuestro aniversario con diferentes eventos y el sábado tendremos una cena.

- ¿Puede venir con un regalo?

- Cuando uno va a un cumpleaños siempre se esmera y trata de llevar algo. Dios quiera que no venga con las manos vacías.

- ¿Lo decís por el reconocimiento del título de 1960 como oficial de Primera División?

- Estamos esperando eso hace 60 años. Hinchas, dirigentes y presidentes lo planteamos de una u otra manera. También escuchamos al hincha porque primero somos hinchas y luego dirigentes. Tenemos el deseo que el torneo sea reconocido. Sería lo justo, somos campeones de campeones nacionales. Hay fotos, ¿no? Y hay jugadores también. Hay publicaciones de LA GACETA, de los festejos de esos días. Bueno, nosotros también le hemos pedido a la Asociación del Fútbol Argentino de que nos reconocieran. Pero es una decisión de ellos. De todos modos nosotros organizamos nuestra fiesta por nuestro cumpleaños. Si nos pueden traer algún tipo de reconocimiento y regalo, será bienvenido.

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