23 Septiembre 2024
Los beneficios de incluir semillas de lino en nuestra dieta diaria.
Las semillas de lino son un alimento que ha ganado gran popularidad en el último tiempo. Esta celebridad se debe a la cantidad de beneficios nutricionales que supone su consumo que lo han adjudicado la categoría de superalimento. Su versatilidad y facilidad para ser incluidas en la alimentación diaria las hace una incorporación ideal.
Las semillas de lino pueden utilizarse enteras, trituradas o en polvo tanto como alimento o como harina, mientras que el aceite del mismo puede consumirse de forma líquida o en cápsulas. Entre los objetivos de su consumo se encuentra la reducción del colesterol y el azúcar en sangre, así como también para tratar afecciones digestivas.
Dentro de las especificaciones sobre su consumo, algunos especialistas han destacado que la mejor forma es incorporarlas enteras, sin masticar. Se aconseja tomar entre 1 y 2 cucharadas diarias de estas semillas, aunque lo más conveniente es ir introduciéndolas en nuestra dieta de forma paulatina para acostumbrar poco a poco al organismo a esta fuente de fibra.
Las semillas de lino pueden reducir los niveles de colesterol en sangre.
¿Cuáles son los beneficios de incorporar semillas de lino en la dieta?
Las semillas de lino reúnen una serie de propiedades que las vuelven sumamente beneficiosas, entre ellas se encuentra su gran cantidad de ácidos grasos omega - 3. Este alimento es rico en este tipo de nutriente, particularmente en ácido alfa-linoleico. Este último componente ha demostrado ser capaz de reducir la inflamación, mejorar la salud del corazón y promover la función cerebral.
Otra de las bondades del lino es su gran contenido de fibra, tanto soluble como insoluble. Esta fibra puede ayudar a promover la salud digestiva y lograr niveles saludables de azúcar en sangre a la vez que ayudan a mantener un peso corporal sano. En la lista de beneficios también se destaca la reducción de los niveles de colesterol debido a la combinación de fibra, ácido grasos y lignanos que se unen a los ácidos de la bilis y remueven los lípidos del cuerpo, reduciendo el nivel de colesterol producido en el hígado.
Por otro lado, las semillas de lino pueden reducir la inflamación ya que contienen antioxidantes específicos conocido como lignanos, que han demostrado disponer de propiedades antiinflamatorias. Por último estas semillas pueden promover niveles más saludables de azúcar en sangre, reduciendo la absorción de la misma en el torrente sanguíneo.
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