Un año le bastó para enamorarse del “Mundo San Martín”. El camino de Mariano Campodónico, héroe del ascenso de la temporada 2007/08, volvió a cruzarse este domingo con el del “Santo”, aunque sea por un par de horas y con el exgoleador sentado en el banco de enfrente.
“Tanque” desde hace dos meses es entrenador de All Boys, con el que también consiguió un ascenso a Primera en 2010. En realidad, Campodónico se convirtió en todo un especialista en subir de categoría, ya que lo hizo en cuatro ocasiones, en tres clubes diferentes y en espacio de apenas cinco años.
Para los hinchas de San Martín (y las páginas de los libros de la historia partidaria) Campodónico es héroe desde el 26 de mayo de 2008, cuando el tuvo una noche soñada y facturó por partida doble ante Chacarita.
En el partido, correspondiente a la fecha 35 de la B Nacional y disputado en el estadio de Argentinos, el “Santo Tucumano” alcanzó un empate 2-2 que le entregó el boleto a la máxima categoría. En el complemento, el implacable olfato goleador de “Tanque” aportó a la causa. “Mi estadía en San Martín fue muy linda. Allí pasé un año hermoso, con un gran grupo de jugadores. Tuve la suerte de conseguir el ascenso y me tocó por momentos ser una parte importante de ese equipo. Además de contar con la suerte de hacer los dos goles en el partido en que ascendimos”, recordó el autor de 11 goles en aquella temporada.
Casi 16 años y medio después de la noche en que aquel histórico San Martín, bajo la batuta del inolvidable Carlos Roldán, logró el tercer ascenso a Primera en su historia, Campodónico sufrió a este San Martín dirigido por Diego Flores, que llegó a Floresta como cómodo líder de la Zona A y con una marca de una decena de partidos sin perder.
El postrero gol de Iván Molinas frustró al equipo de Campodónico, quien fue el artífice de la última victoria del “Albo” sobre el “Santo”, que data ya de hace 15 años en el estadio Islas Malvinas.
Esta vez, All Boys necesitaba sumar para fortalecer su posición dentro de la zona de Reducido. “Es un gran desafío, creo que lo estamos llevando bastante bien con mi grupo de trabajo. Ojalá podamos terminar el torneo de la mejor manera, peleando por cosas importantes”, declaró horas antes de fundirse en un cordial abrazo con su colega Flores.
“Ascender como entrenador, ya que lo hice como jugador, sería un sueño para mí”, agregó Campodónico, quien puso fin a su carrera como futbolista en 2016 en Cañuelas. Un año después debutó como entrenador del propio “Tambero”.
“Pasar de ser jugador a ser entrenador fue un proceso que se dio con mucha naturalidad, ya que poco tiempo después que dejé de jugar tuve la chance de comenzar a entrenar”, comentó.
Luego fue engrosando su foja de servicios como técnico en una variedad de clubes del ascenso, tales como Luján, Sacachispas y Talleres de Remedios de Escalada. Además, fue ayudante de campo de Israel Damonte en Huracán y entrenador interino en Temperley, donde estuvo a cargo de las inferiores hasta su reciente desembarco en All Boys.
“Para nosotros, Mariano es de la casa. Estamos muy felices con él como entrenador”, afirmó Osvaldo Guerra, socio vitalicio del “albo” y vecino de Monte Castro, “técnicamente” (catastralmente) el barrio porteño en el que se erige el estadio de All Boys, lindero con Floresta.
Si bien este presente lo encuentra contento por la oportunidad de dirigir al “Albo”, y espera permanecer en el cargo por largo tiempo, Campodónico se ilusiona con que el destino lo vuelva a conducir a Tucumán y unir a San Martín. “Sí, en algún momento por ahí nos podemos llegar a cruzar de nuevo. Cuando uno pasa lindos momentos y consigue cosas importantes, como los equipos que integré en los que tuve la suerte de ascender… hoy que soy entrenador me encantaría dirigirlo”.
Y agregó: “Si alguna vez en mi carrera se cruza nuevamente San Martín de Tucumán para tener la chance de dirigirlo, sería muy lindo también. Todo será a su tiempo, si es que el destino quiere”.