Situación insólita en Independiente: Quiñónez entró por un lesionado, salió en el complemento y se largó a llorar en el banco

Situación insólita en Independiente: Quiñónez entró por un lesionado, salió en el complemento y se largó a llorar en el banco

El futbolista ecuatoriano fue reemplazado por bajo rendimiento y no evitó las lágrimas ante las cámaras.

DESCONSOLADO. Así quedó Quiñónez en el banco de suplentes de Independiente. DESCONSOLADO. Así quedó Quiñónez en el banco de suplentes de Independiente.
22 Septiembre 2024

En el "Libertadores de América", Independiente igualó sin goles contra Argentinos por la fecha 15 de la Liga Profesional, pero lo que más llamó la atención fue lo sucedido con Jhonny Quiñónez. El volante ecuatoriano ingresó en el primer tiempo y fue sustituido en el complemento. 

El equipo de Julio Vaccari sigue sin aparecer y los hinchas del "Rojo" mostraron todo su descontento. Durante el partido, Quiñónez, quien ingresó por el lesionado Federico Vera, fue silbado al ser reemplazado en el segundo tiempo y no pudo contener las lágrimas en el banco.

El ecuatoriano, que jugó solo 47 minutos, cometió un error que pudo costarle caro al equipo, lo que generó descontento en Vaccari, quien lo sustituyó rápidamente por Santiago Hidalgo.

Al llegar al banco, el volante reflejó su frustración tras un periodo de irregularidad desde su llegada en enero de 2024. No logró cumplir con las expectativas, ni bajo la dirección de Carlos Tevez ni ahora con Vaccari. Tal es así que "Carlitos" lo había defendido en conferencia de prensa.

“Están ensañados con Quiñónez y está bien si me quieren pegar a mí por Quiñónez, lo voy a seguir poniendo. Que me sigan criticando, no pasa absolutamente nada. Yo soy absolutamente responsable”, había afirmado Tevez sobre el jugador, quien se convirtió en un blanco de críticas.

Aunque había perdido su puesto debido con Lucas "Saltita" González, Vaccari le dio una nueva oportunidad a Quiñónez, pero este la desaprovechó. Los hinchas, que inicialmente lo recibieron con aplausos, lo despidieron con una abrumadora silbatina.

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