La táctica de Jaldo para el PJ: lista propia para 2025,internas y un secreto en el Congreso

La táctica de Jaldo para el PJ: lista propia para 2025,internas y un secreto en el Congreso

Osvaldo Jaldo. COMUNICACIÓN PÚBLICA Osvaldo Jaldo. COMUNICACIÓN PÚBLICA

Una foto y una conversación. La imagen con los casi 600 invitados al Congreso del Partido Justicialista (PJ) y el llamado al visitante gobernador riojano Ricardo Quintela. Esos dos hechos develaron esta semana algunos indicios de la táctica que piensa Osvaldo Jaldo para lo que viene para el justicialismo tucumano. El conductor del espacio comienza a mirar hacia el 2025 electoral, aunque sabe que los tiempos por venir serán de incertidumbre en el país, por la difícil situación social y económica. En los casi 11 meses que lleva de mandato, el gobernador estuvo más abocado a la gestión: al orden financiero del Estado y de su equipo de trabajo, a mantener la paz social y a consolidar su relación con la Rosada. Con esas páginas superadas, las que siguen tienen más que ver un poco más con la política partidaria.

Tal como tenía previsto, Jaldo reactivó al PJ con el reordenamiento de las juntas departamentales y las reuniones del Consejo y del Congreso. Logró el objetivo trazado de mostrar unidad y encolumnamiento.

Puertas adentro del jaldismo peronista consideraban que era una necesidad que Jaldo mirara hacia el partido, para despejar dudas, trabajar en la unidad y prepararlo para el año que viene.

En los alrededores del mandatario reconocen que en parte de la dirigencia, inclusive la afín, brotó el descontento después de la asunción. En resumen, los motivos del disgusto tiene que ver con que sienten que los mantuvo al margen en esta primera parte de su gestión; porque se acercó a un Gobierno nacional que los denosta, porque tomó medidas de ajuste que impactaron en la actividad dirigencial y porque anunció una posible reforma electoral con puntos que, entienden, podrían perjudicarlos (como la eliminación de los acoples). Jaldo se está ocupando específicamente de este sector porque considera que puede revertir la situación con atención y con gestos. Tras 40 años en la actividad, conoce perfectamente a la militancia y sabe de sus necesidades.

Hay otro segmento de referentes que no sólo cuestiona sino que no digerirá nunca que Jaldo no forme parte de la oposición nacional. Está integrado por algunos que en la última interna local estuvieron con el senador Juan Manzur; por los que integran distintas líneas del kirchnerismo y por agrupaciones del peronismo más tradicional. En el entorno de Jaldo consideran que a esta franja no le gusta ni el estilo de hacer política del tranqueño ni que se haya convertido en mandatario.

Hay un asterisco que debe añadirse aquí. Jaldo no sólo observa a su electorado habitual. El gobernador tiene la certeza de que ha podido llegar a sectores que habitualmente no apoyarían a un peronista. De acuerdo con los sondeos que vienen reuniendo en la Casa de Gobierno, el diálogo con Milei le redundó en que su imagen se levantó entre grupos sociales que no lo votaron. A esa nueva pecera quiere mantenerla porque es donde también quiere pescar para las nacionales.

Llegar a nuevos públicos es un capital político dificilísimo de obtener para cualquier dirigente. La situación de la oposición tucumana y las decisiones políticas generaron que a Jaldo se le allanaran caminos casi imposibles en otros contextos.

Congreso del PJ

La reunión de los congresales y de la dirigencia en la localidad de Monte Bello fue numerosa. Los discursos de Jaldo, del vicegobernador Miguel Acevedo y del presidente subrogante de la Cámara, Sergio Mansilla, fueron contundentes. El respaldo al gobernador fue resonante, pero también hubo algunas incomodidades propias de las diferencias internas.

Tal como viene haciendo Jaldo, dedicó tiempo de su intervención a explicar su postura frente a la Nación. Los presentes interpretaron que el mandatario se mantendrá en buenas migas con el mileísmo en tanto y en cuanto lleguen recursos federales a Tucumán. Recalcó que es peronista y que lo seguirá siendo, pero que la coyuntura nacional es compleja.

Otro fragmento fue para Manzur, el presidente ausente del PJ para quien pidió un aplauso. Una jaldeada auténtica. Los que lo conocen, detectaron la ironía inmediatamente. Ante propios y extraños afirma que hay que apoyar a Manzur si es que va por la presidencia del justicialismo nacional en las internas de noviembre. “Mientras se mantenga en Buenos Aires y no venga, se lo apoya en todo”, bromeó un jaldista de pura cepa. Jaldo y Manzur vienen expresando a sus interlocutores más frecuentes que uno avala al otro y que no se entrometerán en los respectivos planes. Pero siempre hay un pero. Manzur está pendiente de Jaldo y Jaldo, de Manzur. Aunque mantengan un acuerdo tácito, siempre hay pequeños gestos que delatan que la interna puede estar saldada, pero no olvidada. De eso hablaremos más adelante.

En otro párrafo, Jaldo resaltó especialmente a los gremios y a la dirigencia. Palabras más, palabras menos, los concurrentes entendieron que les explicó que pasada la etapa de ajuste, la carpa de contención podrá ser más grande. Esto generó ilusión en varios que quieren sumarse al Gobierno.

En el pasaje electoral, Jaldo recordó que pasó una interna y que lo dejó con magullones. Pero que todo fue dentro del partido. Reclamó a los disidentes una vez más el no “sacar los pies del plato” y jugar dentro de la estructura partidaria. Dejó abierta la puerta así para que se presenten alternativas y, eventualmente, para la celebración de internas.

El temario que debía tratar el Congreso tenía originalmente más puntos de los que se terminaron votando. Más precisamente uno más. Se ratificó la actuación del Consejo; asumió la congresal Viviana Ojeda en reemplazo de la fallecida Elena Cortalezzi y se convalidó la gestión Jaldo. El ítem que quedó fuera- y que se mantuvo en secreto- fue nada menos la autorización al Consejo para aprobar alianzas electorales. Explicaron que se debe a que habrá internas nacionales y que esperarán esa definición. Pero también hay otros planes en análisis.

La estrategia para 2025

Altas fuentes del Gobierno revelaron que la intención de Jaldo sería no conformar un frente en el justicialismo local. “Tendremos una lista propia del PJ y los candidatos serán de Jaldo”, afirmó un dirigente del riñón jaldista. Es decir, que podría no replicarse un eventual armado que se concrete en el plano nacional. Usualmente, y por mandato federal, solían conformarse las alianzas con una serie de partidos afines y repetir los nombres nacionales como “Unión por la Patria” o el “Frente de Todos”.

Las mismas voces añadieron que, al tiempo, se podría abrir un diálogo con Manzur. La táctica esta vez será provincializar la contienda, porque afirman que Jaldo mide muy bien y que es lo conveniente para lograr mantener o ampliar los escaños.

Jaldo ya había mencionado públicamente que quería que todos estén dentro del partido y que no hay lugar para grietas. Había mencionado explícitamente al Frente Renovador. Sucede que el diputado Pablo Yedlin, una de las voces fuertes en la provincia contra las políticas de la Nación, es cercano a Sergio Massa y su dirigencia está a la cabeza de la versión local del partido.

Los referentes no jaldistas venían advirtiendo que esta podría ser la estrategia y por ello ya hay varias líneas que aceptarían con gusto la competencia. Varios analizan presentarse en la contienda intestina.

Por otro lado, esos mismos sectores venían mencionando que Manzur, que preside el PJ, no permitiría que esto sucediera porque la organización nacional es la que marca ese tipo de asuntos. Expresan que sería una desobediencia al PJ.

En el jaldismo consideran que Jaldo, que es el conductor, es el que tiene que fijar esas pautas y que no puede haber intromisiones ¿Qué pasará? Probablemente dependa del panorama nacional del movimiento y del posible diálogo Jaldo-Manzur.

El año que viene se renuevan cuatro de las nueve bancas de la Cámara Baja. El oficialismo pone en juego dos y la oposición, dos. El par del justicialismo conforma el bloque “Independencia”, que responde al mandatario: son las de los aguilarenses Elia Fernández y Agustín Fernández.

¿Qué es lo que sigue en el PJ? terminarán de normalizar las juntas departamentales y luego se hará un acto grande con toda la representación.

La visita que pudo quebrar el PJ

Varios grupos locales estaban tras la misión de traer a Quintela a Tucumán. El riojano que quiere encabezar el PJ nacional cuenta con la bendición del peronista que ejerce el cargo de mayor poder por estos días (porque su distrito es el más fuerte en términos electorales): el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

Si bien algunos tucumanos le desaconsejaron venir y él sabía que era un riesgo desembarcar en tierras de Jaldo, “El Gitano” hizo pie en Tucumán de la mano de dirigentes de larga trayectoria del justicialismo.

Uno de los encuentros privados que tuvo fue con los hermanos Pablo y Gabriel Yedlin. Mantuvo reuniones con referentes de distintos espacios y con gremios, pero no logró la foto con Acevedo. Hubo molestia en la sede del Ejecutivo cuando a varios funcionarios les llegó por Whatsapp la agenda de Quintela, que incluía una reunión con el vice. En cercanías de Acevedo, varias fuentes aseguraron que Jaldo le pidió que no recibiera a Quintela. Aseguran que el tranqueño no permitirá intromisiones ni “ruidos” externos. Además, recordaron, no se sorprendería dos veces por acciones de su compañero de fórmula: hace un mes, Acevedo había ido a La Rioja por un encuentro de vicegobernadores del Norte Grande y había terminado en el acto de jura de la nueva Constitución con Manzur, Yedlin y Kicillof.

No todo quedó ahí. El propio Quintela contó en el piso de LA GACETA PLAY que había conversado con Jaldo por teléfono. “Le dije que no hablaré de política local ni de la conducta de los compañeros. Por respeto a las autoridades que eligió el pueblo, me eximo de opinar. Jaldo me manifestó que es peronista”, expresó. A buen entendedor, pocas palabras. Jaldo se ocupó personalmente de la visita que podía agrietar el PJ.

El hombre de la foto

Entre las ausencias en el Congreso del PJ hubo dos particulares: las del legislador José Orellana y de la senadora Sandra Mendoza. Sí estaba, en cambio, el intendente de Famaillá, Juan Enrique Orellana. En las tierras de la empanada afirman que el matrimonio de referentes no participó porque no fueron invitados. En los entornos de ambos interpretaron la situación como una represalia a la foto que se tomaron con Manzur. La imagen en cuestión fue la semana pasada, en la Fiesta de la Empanada, y marcó una reaparición pública de Manzur en la provincia. Expresan que sabían lo que vendría por la cercanía de la senadora con su compañero de banca. Ambos permanecen en el bloque de Unión por la Patria y vienen votando en consonancia, salvo en parte del capítulo fiscal de la Ley Bases, en la que Mendoza votó como pidió Jaldo.

Al camino trazado por Mendoza atribuyen también la foto reciente que Jaldo se tomó con la senadora Beatriz Ávila. Si bien ella pertenece al alfarista PJS, mantienen una alianza con Jaldo.

“No somos dependientes del Gobierno de turno”, repiten los Orellana ante sus colaboradores y ratifican la autonomía de su espacio dentro del PJ.

En el municipio local, en tanto, aseguran que no sienten el “invierno” jaldista porque Enrique es más “orgánico” y está parado hoy en una línea política distinta a la de su hermano gemelo.

Fuentes de la organización del Congreso del PJ desmintieron no haber cursado invitaciones y consignaron que todos los legisladores fueron citados.

En cuanto a Manzur, se encuentra en Estados Unidos por una reunión con referentes del BID. Habrá novedades para el ex gobernador durante esta semana. Tiene previsto en su agenda una reunión con la ex presidenta Cristina Fernández por las internas del movimiento nacional. Luego, empezarán a reunirse con gobernadores del PJ para tratar de conciliar una nómina de unidad. Manzur y Fernández ya mantuvieron dos charlas telefónicas en estas semanas. Se acerca, en octubre, la fecha que marca el cronograma para la presentación de los postulantes. Los acuerdos están a contrarreloj y allí se sabrá cuánto pesó el trabajo interno de Manzur.

Todos estos episodios vienen marcando cómo será una parte de la táctica que traza Jaldo para el año electoral.

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