Vos sos Modesto y yo Amable; con nuestras virtudes no podemos engrasar la olla, comprar medicamentos ni llegar a fin de mes y para peor nos están matando a los viejos con una represión criminal cada vez que abrimos la boca. Hermano Modesto, respeto tu opinión en la carta del 13/09 “Jubilados” (de Hugo Modesto Izurdiaga), pero no la comparto y más viendo el brutal ataque a una niñita de 10 años, a la que un asesino, estando en el piso protegida por los brazos de su madre, igual la atacó recibiendo la orden de un energúmeno, perfectamente reconocible; lo peor, la expresión del innombrable vocero presidencial, pretendiendo justificar a la ministra Bullrich y a las fuerzas represoras, acusando a la madre de irresponsable; y al jefe de la Federal que divulgó un video borroso con la imagen de una “piquetera” anciana , lanzando un líquido rojo, pretendiendo hacernos creer que era la responsable. Y todavía no renuncia nadie. Me gustaría saber: ¿si la niña fuera o fuese nuestra hija o nieta y ves cómo un infame se le ríe en la cara a esa mujer que puede ser tu madre o abuela o a tu padre o abuelo desarmado e indefenso que lo garrotean como perro? Yo, si las fuerzas del cielo y la salud no me permitiesen entrar al campo de batalla, acudiría a pedirles ayuda a las organizaciones sociales, sindicatos, a los piqueteros y a nuestros parientes para que se involucren y nos defiendan, antes que esta gente termine por exterminarnos, que es lo que pretenden y lo están consiguiendo. “Modestamente” y “Amablemente”, los “indignados” les decimos: ¡Gracias por el apoyo en contra del veto presidencial! Y los “complacientes”, con el verso de que la violencia engendra violencia, los critican escondidos bajo la cama o tras su celular y nada dicen o le están organizando la bienvenida al “panqueque “de Yerba Buena, con pollo a la pimienta, diciendo ¡Viva el Libertinaje, carajo!
Francisco Amable Díaz