Paquita y su casa “la flor azul” parecen salidas de un cuento o de alguna película de Netflix. Madre de tres hijos, ex diseñadora de ropa, decoradora y, principalmente, paisajista. Hace muchos años dejó la ciudad para crear su paraíso terrenal en Benavidez, Buenos Aires. Vive en una zona de vegetación exuberante y calles de tierra. Su casa está armada y ambientada con objetos de demolición, muebles y detalles de otras épocas que crean un lugar mágico y único en su estilo. Tanto en su decoración como en su jardín se respira el valor por la historia. Mientras lo recorremos, cada rincón nos cuenta algo, como si pasaramos páginas de un cuento.
El invierno terminó y con la llegada de la primavera el tiempo nos invita a salir y disfrutar de la naturaleza y la energía que produce. Para todas las culturas antiguas, el equinoccio de la primavera era un momento de renovación y renacimiento. La Gaceta Lifestyle tuvo la oportunidad de conversar con Paquita, una de las paisajistas más reconocidas de Buenos Aires, y ver cómo vive esta época del año.
- ¿Quién es Paquita Romano? ¿Cómo te describirías?
Cómo todos, somos todo. No creo ser algo o alguien sino que voy siendo determinada persona a medida que pasa el tiempo, distinta. Hoy me definiría como una apasionada por la vida y por el mundo. Despertarme es lo que más me mueve.
- ¿Qué significa la primavera para vos?
El 21 de septiembre yo lo tomo como año nuevo. Hace un par de años que digo feliz año nuevo. Diciembre nunca me sonó que era mi año nuevo así que para mi donde arranca todo es primavera. Después el año va pasando por sus estaciones y muere en invierno, y después vuelve a nacer. Para mi la primavera es el inicio.
- ¿Qué significado tienen las flores en tu vida?
Las flores son una enorme parte de mi vida, es a lo que me dedico. Son seres vivos que me transmiten muchísimo, las cuido un montón todos los días. Son mi pasión. Para mí cultivar flores es una forma de vivir, es un aprendizaje.
- ¿Por qué “la flor azul” es el nombre de tu casa taller?
No hay un por qué. Pero fue muchísimo antes de que pensara en ser jardinera. Pareciera como un destino que le haya puesto ese nombre y siempre mi flor favorita fue el echinops que es azul. Así que le queda muy bien a la casa. Fue casualidad pero es perfecto.
- ¿Cómo es tu estilo de vida?
Siempre entrené. De repente tengo baches de no hacer nada pero son poquitos. Ahora hago pilates tres veces por semana. En cuanto a comida, en casa se come todo orgánico. Yo tengo una manera bastante particular de comer porque como mucho crudo. No se cocinar y no me gusta la cocina entonces me levanto a la mañana y tomó mate hasta las 11 y de repente me como una palta. Voy picando cosas como un huevo. No soy ordenada en sentarme a comer, lo hago por ahí por los chicos. Pero yo puedo comer comida solo cuando tengo hambre y mucho crudo.
Por otro lado, a la mañana trabajo con gente hasta la una y al medio día almuerzo con mis hijos. Después duermo la siesta todos los días, el tiempo que mi cuerpo considere que necesite. A la tarde hago pilates, escribo o lo que sea para mis gustos y crecimiento personal.
- ¿Cuáles son tus referentes? ¿Quién te inspira?
No se si tengo un referente porque lo que hago es muy particular. Como yo no estudie nadie me dijo que estaba bien o que estaba mal. Es muy libre lo que voy haciendo y hago lo que me nace. Me inspira el mismo lugar y la flor azul es mi inspiración más grande, mi obra. No me gustan las pantallas porque hacen mal a los ojos entonces no soy mucho de mirar. Si puedo decir que los jardines ingleses son mi inspiración. Una vez por año viajo a Inglaterra y ahí me vuelvo loca.
- Contanos de tu libro “La Hija de la Flor”
Mi libro en realidad fue una idea de transmitir el jardín como aprendizaje en la vida humana. Yo empecé a escribir sobre el paralelismo y la analogía entre el jardín y el ser humano. Tengo dos grupos que hacen ese trabajo conmigo una vez por mes, para descubrir qué es lo que nos dice la planta. Por ejemplo, ahora en invierno el jardín tuvo una helada como nunca antes. Todos tuvieron el mismo dolor. Ante ese mismo dolor hay plantas que no lo soportaron y se murieron, otras que siguen adelante e intentan rebrotar y otras que ni se inmutaron. Así trabajamos la empatía, tratamos de comprender que a veces uno mira a otra persona, y lo que para uno puede ser una pavada para el otro no lo es. Eso fue lo que inicialmente quise comunicar pero cuando empecé a escribir dije, “cómo doy estos ejemplos?”. Entonces terminé escribiendo una autobiografía pero en realidad hablo de mi historia personal con respecto a esto.
- ¿Quién te ayuda en el jardín?
Muchas cosas las hago sola, como los canteros. Miguel, mi pareja, ayuda con la poda de buxus. Ahora este año recién está viniendo Delfi una vez por semana. Pero en general la que más está en el jardín soy yo. Cuando hay que hacer algo pesado se contrata un equipo para esa tarea puntual
- ¿Qué podemos sembrar esta primavera?
En primavera se pueden sembrar todo lo que son semillas de ciclo PVO -Primavera, Verano y Otoño- que son anuales cómo las zinnias, cosmos, girasoles o celosías. Estoy probando algunas nuevas porque creo que el Aleli va a tener un doble ciclo. Y todo lo que es perenne (planta que vive más de dos años), lo cuál no tiene ningún tipo de problema en primavera para poder germinar.
- ¿Cuál es tu Ikigai, lo que te motiva todos los días?
Sin dudas son mis hijos, casi todo lo pienso en función de ellos. He tomado en vida decisiones importantes por ellos. Para mi mis tres hijos son todo.