“Esta gira empezó después de que sacamos el disco, en julio. Anduvimos por Buenos Aires, el litoral, Uruguay, Paraguay y después del Gran Rex llegamos ahora a Tucumán”. Nahuel Pennisi lo cuenta, en plan artista internacional. Pero no por ello deja pasar por alto una entrevista, hace unos pocos años, en LA GACETA, cuando su carrera despuntaba. Fue cuando conoció a su esposa y madre de sus dos hijos, por lo cual bromea atribuyendo el rol de celestina a esta cronista.
El artista, consagrado en la música popular, avalado por cuatro premios Gardel y cuatro nominaciones a los Grammy Latinos, llega hoy a las 21 al teatro Mercedes Sosa (San Martín 479). Presentará “Momentos”, su cuarto disco de estudio.
- ¿Cómo reciben los temas de “Momentos”?
- Muy bien. Son 10 canciones nuevas, muy lindas, dinámicas. Hablan de transitar los momentos. Estoy contento de presentarlo en Tucumán.
- ¿Son temas propios?
- Sí, los compusimos con mi amigo muy especial en la creación, León Cuyé. Es un desafío aportar al cancionero popular canciones propias. A León lo conozco de Florencio Varela, donde nací. Él es escritor, un referente de Varela, que se hizo más conocido desde que empezamos a trabajar juntos. Con él compartimos también épocas de la calle Florida, en Buenos Aires, cuando yo tocaba ahí. Él también estaba en la peatonal, nos cruzábamos y así un día nos conectamos.
- ¿Cuál es el concepto del disco?
- La palabra momentos te lleva a un montón de situaciones diversas que uno puede vivir incluso en un mismo día. Hay un momento para bailar, otro para escuchar, otro para cantarles a los hijos... Creo que la música decora, pinta las distintas cosas que nos pasan. El concepto del disco habla de disfrutar de los momentos, de transitarlos, incluso los momentos malos. Cuando uno vive un mal momento quiere salir rápido y a veces es bueno pasarlo. Seguramente si hiciste las cosas bien vas a salir fortalecido.
- ¿Y en cuanto a estilos y a ritmos?
- Es muy variado: hay una bachata, dos cumbias; grabé una con Luciano Pereyra que se llama “Regresa”, y otra con Los Palmeras, que se llama “Mala”. No faltan las baladas; hay una canción que se llama “Por segunda vez”. Me gusta mucho; la compusimos en México, junto con unos amigos de allá. Resultó una hermosa canción que habla de las segundas oportunidades, que en algún momento de la vida se dan. El resto del disco tiene un carácter más íntimo, más personal y familiar.
- A esta altura de tu carrera, ¿qué te dan las colaboraciones?
- Principalmente me dan disfrute. Disfruto mucho de asociarme musicalmente con distintos artistas porque cada uno tiene su identidad y una impronta que puede ofrecerte. La relación artística es también humana: se juntan dos personas, dos universos, y pueden salir cosas muy interesantes.
- Por ejemplo haber cantado con Abel Pintos, con quien se conocen muy bien, en los premios Martín Fierro...
- Abel es un artista muy talentoso, que canta muy bien, y nos asociamos bien. Después, haber cantado con La Konga fue un desafío porque significó entrar en el género cuarteto... En fin, cada encuentro me da experiencia. También lo que me da es la apertura mental para encontrar ideas nuevas en otros artistas que uno puede sentir como propias. Si yo compongo una canción con otro, lo que hago es compartir una idea de composición, por lo tanto estoy dejando de lado algo que yo haría. Es decir, dar la oportunidad de escuchar al otro y de que el otro sea parte de mi identidad. A mí me ayuda mucho, me aporta, y a cualquier artista lo enriquece.
- Respecto del géneros o estilos en la música popular, ¿qué pensás hacia el futuro?
- Yo me veo tal como ahora, evolucionando para más; con una apertura musical grande, que me gusta tocar distintos géneros. Por supuesto que la música folclórica es mi raíz, la que llevo en el corazón, y no por hacer otras cosas voy a perder mi raíz. Soy una persona que escucha mucha música con lo que voy incorporando muchas herramientas, tanto como escuchando también a amigos. Es claro que el folclore ocupa una parte importante de mí y eso lo voy a cuidar toda mi vida.
- Estás a full. ¿Cuándo descansás?
- Cuando mis hijos, Mateo (cinco años) y Alma (de dos) me dejan. Siempre digo que Tucumán me ha regalado dos hijos hermosos. Disfruto de cada instante que paso con ellos.