Luego de las críticas del Papa Francisco a la administración del presidente Javier Milei por el uso de gas pimienta para reprimir la movilización realizada en contra el veto a la ley de movilidad jubilatoria, Jorge Macri salió al cruce y aseguró que no hay que hacer reduccionismos o escuchar una sola campana.
En diálogo con Radio Rivadavia, el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) afirmó: "Yo soy alguien de fe, así que tengo un problema para definir dónde me paro acá, porque tengo además una muy buena relación con muchos actores de la Iglesia".
"Pero me parece que para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá, entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego y no hacer reduccionismo de un hecho en particular ni escuchar una sola campana", agregó.
El primo del ex presidente Mauricio Macri sostuvo, además, que CABA "se había acostumbrado a vivir en el caos" porque "cualquiera hacía lo que quería en cualquier momento", y remarcó que eso desde que asumió el Gobierno "no está más".
"Si alguien quiere manifestarse, tiene que pedir permiso; le decimos dónde hacerlo y si no respeta las normas, se hacen cumplir, porque hay un contrato social básico que es vivir en el marco de la ley y respetar a los demás", continúo.
Por último, sostuvo que "no quiero entrar en una discusión con el Papa, porque no es mi objetivo, pero de estos temas es bueno escuchar todas las campanas, no hacer reduccionismo, entender que estamos administrando una situación compleja y difícil, un momento difícil de la Argentina. También es bueno ser equilibrado siempre".
"Pasó de todo en la Argentina. Y ahora justo estos comentarios... a mí me duelen, me duelen porque al final lo que necesitamos es salir para adelante; tenemos el orgullo de tener un Papa argentino y eso debería ayudarnos más", finalizó.