Domingo 26 de febrero de 2023. Ese día, por la tarde, Solana Sierra se consagró campeona del torneo W25 de la Federación Internacional de Tenis (ITF) que se disputó en Lawn Tennis, tras vencer en la final a la española Rosa Vicens Mas. Poco más de un año y medio después, la marplatense de 20 años volvió a Tucumán para disputar el W50. En el medio, pasaron muchas cosas; incluida su primera experiencia en un Grand Slam.
En ese momento, para Sierra, el W25 era su cuarto título profesional y el más importante de su carrera. Desde entonces, todo fue crecimiento: ese año ganó dos W25 más, y este año, ya lleva cuatro títulos de W35. Lo que le permitió crecer en el ranking; de Tucumán se fue siendo 446° del mundo, y hoy es 166° (llegó a ser 149° semanas atrás). Pese a eso, Sierra tiene claro que el crecimiento debe ser gradual; todo a su tiempo.
“Creo que lo mío es ir de a poco, ir tratando de mejorar día a día, que es lo más importante. Sé que capaz la gente tiene, o pone expectativas en mí, por lo que fue mi carrera junior, pero todo viene con tiempo, con trabajo. De a poco lo vengo haciendo bien, y confío en todo el esfuerzo y el trabajo que hago. Creo que eso me va a llevar a lograr grandes cosas”, expresó la marplatense.
Las expectativas tienen su base en su etapa como junior: la tenista llegó a ubicarse entre las 10 mejores del mundo y fue finalista de Roland Garros. Eso lleva, muchas veces, a que se generen esperanzas demasiado grandes, que puede incluso llegar a afectar a la propia jugadora.
“No te voy a mentir, a veces te agarra un poco de ansiedad de querer verte un poco más arriba”, reconoció la marplatense. Pero, con una madurez notable para su corta edad, asegura que no se vuelve loca por eso. “Este último tiempo pude encontrar un equilibrio, concentrarme en tratar de mejorar día a día, que es lo más importante, y seguir mejorando físicamente, y mejorando mi juego. Eso es lo que te va a llevar a los grandes resultados”, apuntaló.
Por eso, y pese a su evidente crecimiento, que se refleja en las estadísticas, Sierra trata de enfocarse en el trabajo diario, y no en los números. “Obviamente sueño con más, quiero más, pero todos los resultados que vengo teniendo son parte de todo lo que vengo trabajando. Contenta con los resultados, y si bien trato de ir escalando un poco más, trato de no mirar mucho el ranking. Solamente pienso en mejorar, ir partido a partido, torneo a torneo”, dijo al respecto.
Ese crecimiento del que habla Sierra no sólo de a poco la acerca al Top 100, sino que ya la llevó a jugar sus primeros torneos de Grand Slam. Y en el último US Open, el mes pasado, logró superar la etapa clasificatoria, ganando tres partidos, y entrando en el cuadro principal de un torneo grande por primera vez en su carrera. Una experiencia, por supuesto, inolvidable.
“Para mí significó mucho. Venía con muchas ganas de jugar ese torneo, y la verdad que fue una semana increíble. Me sentí muy bien, y fue una experiencia muy buena, que me va a ayudar mucho para el futuro”, remarcó al respecto Sierra, quien cayó en primera ronda ante la alemana Tatjana Maria, 82° del ranking WTA, algo que no opacó la experiencia de jugar en el que, dice, es su torneo favorito. “Es el torneo que más recuerdo ver de chica, y también es una de mis superficies favoritas. Cuando jugué en juniors, la primera vez que fui, fue el que más me gustó, por el ambiente y la energía que se siente en ese torneo”, explicó. En Nueva York, Sierra fue semifinalista en 2021.
Y allí, a Flushing Meadows, llegó con nuevo equipo: recientemente, Sierra se sumó a la academia de Sebastián Gutiérrez, entrenador de Sebastián Báez (26° ATP), entre otros. “Para mí fue un cambio muy bueno. Siento que estoy rodeada de personas muy buenas, con mucha experiencia, que me suman mucho tanto fuera como dentro de la cancha. Súper contenta en ese sentido”, dijo al respecto.
Además de su carrera en el circuito, la marplatense suele ser parte del equipo de la Billie Jean King Cup. Aunque no estuvo en la última zona americana, se ilusiona con ser convocada para la serie de Playoffs ante Brasil, en noviembre. “Tengo ganas de estar, ojalá se pueda dar. Va a ser una serie complicada, pero tenemos un muy buen equipo”, dijo al respecto.
Mientras proyecta a futuro, Sierra disfruta de volver a Tucumán, pero acorde a su razonamiento, no se pone presión durante la semana, pese a ser la segunda preclasificada del certamen en Lawn Tennis. “Re contenta de volver. Siento que acá juego bien, que me encuentro bien con mi juego, y la gente es muy amable. Vengo con confianza, me siento jugando bien, así que voy a ir partido a partido, tratando de buscar buenas sensaciones”, concluyó la marplatense, presente y futuro del tenis argentino.