Lo que era una simple audiencia para dar inicio a la investigación por el robo de una garrafa terminó dejando al descubierto irregularidades en el accionar de los efectivos policiales y vigías municipales de Banda del Río Salí que intervinieron en los procedimientos del caso.
El martes 17 de septiembre dos vigías de la municipalidad de Banda del Río Salí habrían visto a un hombre que caminaba con una garrafa negra por una calle de Lastenia y como sabían por los vecinos del barrio 23 de Agosto que horas antes a una mujer le habían sustraído una garrafa de similares características decidieron aprehenderlo. El Ministerio Público puso en conocimiento al juez Guillermo Di Lella de la situación y solicitó que declare ilegal dicho procedimiento, una posición que no se acostumbra tomar en los controles de aprehensión.
“No se trataba de una situación de flagrancia, ni siquiera tenían las características físicas del imputado. Se trató de un accionar donde el personal policial se arrogó facultades para realizar una supuesta aprehensión por peligro de la demora, que tampoco había sido dispuesta por el titular de la Unidad Fiscal”, explicó el auxiliar de fiscal, Leandro Abdala.
Durante la audiencia también quedó en evidencia irregularidades en la intervención del personal policial. Abdala expuso la teoría de la Fiscalía de Robos y Hurtos que conduce Carlos Picón e imputó al detenido de ser autor del delito de encubrimiento por receptación dolosa, ya que a su criterio, el hombre no robó la garrafa sino que la recibió sabiendo que había sido sustraída. Al enumerar las evidencias, mencionó la constatación de domicilio realizado por los policías.
Según consta en el documento, en dicha vivienda los habría atendido la madre del sospechoso, quien les informó que su hijo no vivía allí. El detenido dijo que era imposible que su madre haya atendido a los policías porque tanto ella como su padre ya fallecieron. “Dicen que me agarraron en la Balcarce y es mentira, los vigías entraron al domicilio donde estaba durmiendo y me pegaron mientras me preguntaban por las cosas. Después trajeron una garrafa y me llevaron a la comisaría y recién la buscaron a la víctima para que haga la denuncia”, manifestó. La defensora oficial, Delfina Filmann, se opuso a la formulación de cargos.
Di Lella resolvió no hacer lugar a la formulación de cargos al considerar la falta de evidencias y dispuso la libertad del detenido.
Además ordenó que se investigue a los vigías por el delito de falsedad ideológica o de instrumento público, que los policías sean investigados por posibles delitos y poner en conocimiento al jefe de Policía lo ocurrido.