En un giro significativo en la batalla global por la información, Meta, el gigante tecnológico detrás de Facebook, Instagram y WhatsApp, decidió cerrar el acceso a sus plataformas a los medios de comunicación estatales rusos, entre ellos RT (Russia Today).
La desactivación de los órganos rusos, que en los hechos dependen del financiamiento del autócrata Vladimir Putin, es una repercusión de la acusación de los Estados Unidos, que consideró que estos espacios son "mangueras de desinformación" y que materializan operaciones de desestabilización política en el exterior, incluso en la Argentina.
Meta se sumó a los esfuerzos por frenar lo que considera una "injerencia extranjera" indebida por parte del Kremlin. A partir de esta semana, Rusia Today (RT) y otros medios similares verán restringido su acceso en todas las aplicaciones de la compañía.
Una disputa con historia
La tensión entre Rusia y Meta no es nueva. En 2022, Moscú tildó a la empresa de "extremista", y bloqueó el acceso a Instagram y Facebook en respuesta a las políticas de Meta contra el discurso de odio, especialmente en el contexto de la invasión a Ucrania.
Además, Rusia ha impuesto multas a la compañía por no eliminar contenidos que considera ilegales, mientras que WhatsApp, a pesar de su amplia base de usuarios en Rusia, no ha sido objeto de una prohibición similar hasta ahora.
La acusación de EE.UU. atribuye a RT y otras entidades rusas el haber desarrollado un "imperio de operaciones encubiertas" para influir en la opinión pública en países occidentales. Por este motivo, el Gobierno de Joe Biden anunció la imposición de sanciones a RT y a otras cinco subsidiarias las que caracterizó como "propagandistas del Kremlin".
El 13 de septiembre, el secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó para justificar la aplicación de sanciones a los medios públicos de Rusia: "la información precisa es vital para la salud de cualquier democracia. Ayuda a los ciudadanos a comprender los problemas, los efectos y los acontecimientos que afectan sus vidas. Les permite participar significativamente en sus comunidades, su país y el mundo. Cuando actores estatales o no estatales difunden desinformación, material destinado deliberadamente a engañar o dividir a nuestro público, atacan los cimientos mismos de nuestra sociedad libre y abierta".
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