Una maratonista tucumana que vive en Canadá promueve el embarazo saludable

Una maratonista tucumana que vive en Canadá promueve el embarazo saludable

Emilce Bacas, profesora de Educación Física, creó una rutina para que las mujeres realicen actividad física en el periodo de gestación

Una maratonista tucumana que vive en Canadá promueve el embarazo saludable

La vida de Emilce Bacas fue una apuesta constante. Nunca tuvo un camino definido. No existió una senda marcada ni un recorrido predeterminado. Quizá se tomó muy literal la icónica frase de Joan Manuel Serrat, pero lo fue construyendo al andar. Los pasos le hicieron pisar distintos países: comenzó como guardavidas en El Cadillal; después tuvo una breve experiencia en los balnearios españoles; continúo como profesora en México, lugar que fue su hogar durante 12 años y en el que desarrolló su amor por el atletismo; y en Ottawa, Canadá, intenta promover el “embarazo saludable”, un método para que las mujeres realicen actividad física durante el periodo de gestación. “El mayor miedo siempre es caerse. Más en las maratones porque puede suceder que alguien te empuje o te tropieces. Pero eso no significa que no puedas hacer actividad física. Hay muchos ejercicios adaptados”, dice la profesora de Educación Física. 

¿Cómo nace esta idea? “Cuando estaba embarazada de mi primera hija no me quería quedar en mi casa y subir kilos que después me iban a costar muchísimo bajar. Te ayuda a subir lo que corresponde, a tener un parto más fácil porque el trabajo de fuerza es fundamental durante el embarazo. Es muy beneficioso para el feto porque aumenta el líquido amniótico y te permite una recuperación mucho más rápida. Pero todo tiene que ser con precaución. No es recomendable para una mujer que nunca hizo actividad física y quiere empezar durante el embarazo porque no tiene el cuerpo preparado”, explica la mujer que, en 2022, corrió una maratón con 24 semanas de gestación.

“Fui al médico y me dijo que corriera pero que tuviera cuidado con las pulsaciones. Debía ir casi caminando. También me había dicho que ante la mínima contracción que sintiera, debía parar. Por precaución, mi esposo decidió correr conmigo. Era la primera vez que lo hacía y lo logramos terminar”, añade.

En simultáneo, Bacas utilizó las redes sociales para compartir ciertas rutinas que realizó durante ese periodo. “Compartí muchas de mis sesiones de crossfit cuando estaba embarazada. Levanté pesas, me subí a barras y todo. Hoy también creé un reto de 21 días en el que intentó enseñarle a las mujeres embarazadas los diferentes ejercicios que pueden realizar”, señala.

Relación con el deporte

¿Cómo comenzó? De niña, Bacas había practicado vóley, gimnasia artística y natación, entre otros deportes, aunque nunca tuvo la constancia necesaria para llegar lejos en esas disciplinas. “No era lo mío. Además nunca pude sostenerlas a lo largo del tiempo porque mis papás no me podían llevar o porque siempre surgía algún inconveniente”, comenta. Una vez que terminó la secundaria decidió realizar la carrera de Educación Física. “Estaba entre tres opciones: Nutrición, Kinesiología y Educación Física. La primera tuve que desecharla porque después de la crisis de 2001 mis papás me dijeron que era imposible afrontar los gastos para que me fuera a vivir en Córdoba. Entonces, decidir entre las otras dos. Me terminé inclinando por Educación Física porque no me gustaba la idea de tener que viajar de manera constante a Monteros para hacer Kinesiología”, explica. 

Tras terminar sus primeros años de cursado, realizó un curso de la Cruz Roja para trabajar como guardavidas. La primera experiencia fue en El Cadillal a los 19 años, aunque tres años más tarde tuvo su primer trabajo en el exterior. “Me fui a España con lo justo. Tenía para el pasaje y doscientos euros para subsistir hasta que cobrara mi primer sueldo. Lo bueno es que en esa época había una empresa que te garantizaba el trabajo, por lo que tenías seguridad de que ibas a hacer algo. Eso me permitió hacer la diferencia económica”, indica.

Al regresar de España, buscó un nuevo destino. “México siempre estuvo en mi vida. El hermano mayor de mi papá vive ahí hace más de 40 años. Cuando era chica, me acuerdo que mis abuelos viajaban una vez al año o que ellos venían de visita. La primera vez que viaje a México había sido en 1999 porque me habían regalado un viaje por mis 15 años. Me quedé un mes en la casa de mis tíos y después, en 2009, me quedé a vivir ahí hasta el año pasado”, cuenta. “La Ciudad de México es un monstruo. O la amás o la odiás porque es dos veces más grande que Buenos Aires. Más tráfico, más caos, mucho más todo. El primer año lo pasé mal, pero después decidí darle una nueva oportunidad. Conocí otros argentinos y superé toda esa situación”, agrega.

En el país norteamericano, Bacas se enamoró del atletismo y empezó a correr maratones. “En 2016 participé en mi primera carrera. No me entraba en la cabeza la posibilidad de hacer más de 10 kilómetros corriendo. Después corrí en París, hice la Maratón de Toronto y la idea es correr en Berlín, que es uno de los eventos más importantes, aunque se entra por sorteo o por tiempo”, enumera.

¿Por qué se mudó a Canadá? “Fue muy difícil dejar México, porque ya lo sentía como mi país. Hace 12 años que estaba ahí y una de mis hijas es mexicana. Todo eso implicaba un desarraigo tremendo. Pero, ya veníamos hablando con mi esposo de que teníamos que salir de nuestra zona de confort.  Con él sentíamos que era cuestión de probar algo nuevo y buscar un otro sitio para que las niñas pudieran crecer de otra manera. Entonces, elegimos Canadá porque era un lugar que él ya conocía”, expresa.

Por último, Bacas reconoce que todavía se encuentra en periodo de adaptación al nuevo país. “No me llevo muy bien con el inglés; todavía lo estoy estudiando. Pero sí me manejo bien con el Francés, que es el idioma predominante en Ottawa. Encima no fue algo que lo haya estudiado de grande, sino en la escuela Normal. Creo que es increíble que la escuela secundaria me haya brindado esa herramienta y que después de 23 años pueda utilizarla”, sentencia con las expectativas de seguir sumando experiencias en su vida y de continuar concientizando para que muchas mujeres puedan practicar deportes en una de las etapas más importantes de su vida. 

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