Existen situaciones que requieren de cierta seriedad. Sin embargo, es en esos precisos momentos donde una sensación urgente nos recorre el cuerpo, una especie de cosquilleo que culmina en una carcajada inoportuna. La risa nerviosa es un fenómeno bastante frecuente que fue estudiado por la psicología para conocer cuáles son sus causas.
Probablemente alguna vez experimentaste el sentimiento: estás en una situación tensa y de repente surge una necesidad incómoda de reírte. Pero no te preocupes, se trata de un fenómeno llamado risa nerviosa, lo que se considera una emoción incongruente. Esto quiere decir que la sensación que experimentamos no es aquella que la situación requiere particularmente.
Las causas de la risa nerviosa se extienden en una serie de posibilidades. Algunas investigaciones sugieren que nuestro cuerpo acude a esta respuesta como una suerte de mecanismo para regular las emociones, mientras que otros estudios han encontrado que la risa nerviosa puede ser una estrategia de defensa contra las emociones que nos hacen sentir más incómodos. En cualquiera de ambas explicaciones, la experiencia es bastante incómoda, a la vez que puede tratarse de una condición más profunda si esta se vuelve incontrolable.
Risa nerviosa: ¿por qué nos surgen las ganas de reír en situaciones incómodas?
Entre la serie de experiencias se encuentra el estudio elaborado por el psicólogo de la Universidad de Yale, Stanley Milgram, una de las primeras y más célebres investigaciones sobre la risa nerviosa en los años 60. Su estudio reveló que las personas con frecuencia se reían de manera nerviosa en las situaciones incómodas. En las pruebas realizadas se les solicitaba a los participantes un pedido un tanto particular. En este se requería que los mismos le dieran golpes eléctricos a un extraño los cuales aumentaban en intensidad, a más de 420 voltios.
Sin embargo los “extraños” en este caso no eran más que los investigadores que formaban parte del estudio y en realidad no se les aplicaba ningún shock eléctrico. No obstante y de manera sorprendente, los participantes eran más propensos a reírse de la violencia de la situación cada vez que la intensidad de estos choques era más fuerte.
Mientras que un estudio más reciente, elaborado en el año 2019, resolvió que la risa o la alegría inoportuna puede ser una manera de reducir el miedo, la ansiedad o el estrés. Los investigadores teorizaron que este contento puede ayudarnos a mitigar las reacciones negativas frente a cuetsiones incómodas o ilógicas que nos encontramos en el camino.
Respecto a estas respuestas incongruentes e inoportunas, un estudio elaborado por investigadores de la universidad de Yale destacó que la risa nerviosa no es la única reacción inconveniente. Los estudios encontraron una asociación entre emociones fuertes que sentimos, por ejemplo, cuando vemos a un tierno bebé. En vez de acariciarlo muchas veces deseamos apretarle las mejillas y hablamos con voces extrañas lo que resulta una respuesta similar a la necesidad de reírnos cuando nos sentimos nerviosos o ansiosos.