La regularización de activos se ha convertido en una estrategia clave para el plan económico de la gestión del presidente, Javier Milei. Reglamentado a fines de julio, la etapa de mayores incentivos en cuanto alícuotas aplicadas y beneficios impositivos expira el próximo 30 de este mes, por lo que se espera que buena parte del impacto del blanqueo de capitales se concentre en la presente instancia. Sin embargo, no se descarta que las autoridades decidan extender los plazos.
En este marco, juzgando la marcha del blanqueo a través de los depósitos en dólares se observa un despegue, indica Ecolatina. Desde principios de agosto hasta el 11 de septiembre (último dato disponible), los depósitos en dólares del sector privado en el sector financiero aumentaron casi U$S 2.300 millones, con un stock superando los U$S 20.200 millones, el valor más elevado en términos nominales desde finales de 2019.
Producto de ello, y entre otras cosas, la brecha cambiaria se redujo. Desde mediados de agosto, la creación de depósitos en moneda extranjera creció a un ritmo de U$S 60 millones diarios con una brecha del dólar oficial respecto al Contado con Liquidación (CCL) del 36%. No obstante, desde comienzo de mes los depósitos aceleraron su marcha a los U$S 150 millones diarios y la brecha comenzó a dirigirse a la zona del 30%, con el canje del CCL/MEP reduciéndose sensiblemente, dando cuenta el ingreso de divisas desde el exterior que estaría experimentando la economía.
Más allá de ello, la pregunta relevante se centra en el impacto potencial que podría tener sobre las reservas netas del Banco Central (BCRA). Dejando a un lado el impacto positivo, aunque transitorio, que tendrá en términos recaudatorios para el Tesoro, el buen desempeño del blanqueo no se traduciría per se en un mayor patrimonio neto en dólares del Central.
Dentro de las opciones, los inversores podrían optar por resguardar su patrimonio invirtiendo en instrumentos en dólares de mayor o menor riesgo en el mercado financiero. Siendo así, parte de este fenómeno ayudaría a explicar la evolución positiva reciente de los bonos soberanos en moneda dura, en particular en aquellos con vencimientos de menor plazo, detalla la consultora.
En todo caso, el impacto dependerá de los destinos de los depósitos en dólares. Hasta el momento (miércoles de la semana pasada, última fecha disponible), el aumento de estos depósitos se tradujo principalmente en un aumento del efectivo en dólares en los bancos privados, creciendo casi U$S 1.200 millones y alcanzando un stock de U$S 5.500 millones. En menor medida, los encajes en dólares en el BCRA se sitúan en la zona de los U$S 10.600 millones (vs. una media previa del orden de los U$S 10.000 millones), los cuales engrosan las reservas brutas y las liquidas, pero no así las netas.
Por su parte, los préstamos en dólares presentan una dinámica más moderada. Con un stock creciente desde el cambio de mandato y repuntando desde mediados de agosto, los préstamos privados crecieron tan sólo U$S 360 millones desde la instrumentación del blanqueo y, con un stock cercano a los registrados a mediados de 2020, aún cuenta con espacio suficiente para seguir creciendo.
Justamente, señala Ecolatina, esta es la única vía que permitiría al BCRA acumular divisas y aumentar las reservas netas mediante una mayor oferta de dólares en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC). Dando cuenta de ello, en el mismo lapso las reservas netas se mantuvieron invariantes con un saldo negativo de U$S 4.200 millones (excluyendo depósitos del Tesoro en dólares y sin restar Bopreal).
“Hacia adelante, resta saber si el Gobierno planea una eventual extensión que le permita a los bancos engrosar el stock de dólares en el sistema financiero y ayudar al BCRA a incrementar su nivel de reservas”, destaca el reporte de la consultora. En cuanto a las Reservas, a fines de mes tendrá lugar la revisión del FMI y deberían acumularse cerca de U$S 2.000 millones de reservas netas para cumplir con la meta, lo que luce improbable con la dinámica actual, acota Ecolatina.
Dólares al BCRA
Frente a este panorama, si bien el blanqueo no impacta directamente sobre las reservas netas, puede convertirse en una herramienta clave en la estrategia del Gobierno al dotar de mayor liquidez en dólares al BCRA. “En tal sentido, podríamos ver en los próximos meses unas Reservas Netas cayendo aun más a terreno negativo como contrapartida de la utilización de dicha liquidez para vender dólares en el MULC, cancelar pagos de deuda o intervenir en la brecha cambiaria”, agrega.
Pese a que los dólares del blanqueo podrían incrementar el nivel de Reservas netas indirectamente vía MULC mediante los préstamos en dólares, los factores que motorizaron el crédito en moneda dura entre marzo y mayo ya no estarían presentes: con una tasa menor en pesos (menor costo de financiamiento) y el riesgo de una eventual devaluación en el mediano plazo ya no tiene el mismo atractivo apalancarse en dólares para los exportadores. Entonces, los potenciales beneficios para el sistema financiero del ingreso de divisas vía blanqueo difícilmente se destraben en su totalidad hasta que no haya un horizonte más claro en cuanto a la flexibilización del cepo cambiario, finaliza Ecolatina.