Con Franco Colapinto elegimos creer

Con Franco Colapinto elegimos creer

Al sumar puntos en Bakú hizo conexión con un hecho histórico para el automovilismo argentino en la F-1.

Con Franco Colapinto elegimos creer

En las historias circulares, todo empieza con la misma acción con la que acaba. En el deporte, eso suele ocurrir a menudo. Sino, lean lo que viene…

¿Es demasiado preguntarles a los más “grandecitos” qué estaban haciendo el sábado 23 de enero de 1982? Difícil saberlo, ¿no? Internet nos puede acercar algún dato, algún álbum familiar alguna foto. Y, nuestras mentes, ciertos vagos recuerdos.

Y ahora algo menos exigente (y más enfocado en un público de rango etario amplio): ¿qué estuvieron haciendo este domingo 15 de septiembre a partir de las 8? Aunque “dormir” sea la respuesta más común, hay algo que sucedió que bien valía la pena el “madrugón”. Si por acaso estuvieron prendidos a una pantalla, como en los viejos tiempos, ansiosos por ver qué hacía un argentino, Franco Colapinto en este caso, subido a un F-1 y terminaron con el corazón palpitando más rápido que de costumbre, se los entiende.

Consejo: por si se lo perdieron al espectáculo, hay esperanzas. Acudan a los medios, a las redes y revivan una carrera que fue muy buena, con final impactante e impredecible, y con Colapinto en modo experto.

Rápida vuelta al dato de las fechas antes mencionadas. Son 15.576 los días que las separan. Es decir, un poco más de 42 años y siete meses. Pasaron generaciones de fanáticos argentinos de los motores que vivieron una orfandad de logros nacionales en la categoría más atractiva.

Aquel día de verano austral (en esta parte del mundo) de 1982, Carlos Alberto Reutemann terminó 2° en el circuito de Kyalami, en Sudáfrica, con lo que logró la última sumatoria de puntos de un argentino en la F-1. Hasta hoy. Porque este domingo de invierno tardío y primavera inminente, Franco Colapinto fue 8° en el trazado de Bakú, Azerbaiyán. Es en ellos donde se conecta esta historia circular, aquello de que las cosas empiezan con la misma acción con la que acaba. Y también hay un nexo en común, el equipo que les permitió el logro: Williams.

¿Por qué es tan importante lo conseguido por Colapinto, al sumar cuatro unidades? Ya a esta altura caemos inevitablemente en lugares comunes y en la repetición: lo logró en apenas su segunda carrera y a (apenas) casi 20 días de que le propusieran correr en la “máxima”, en un circuito que no conocía y que es uno de los más difíciles del calendario, en plena etapa de aprendizaje y adaptación, sin el expertise de la mayoría de los que corren, campeones y ganadores de títulos… Y así podríamos seguir un largo rato enumerando los motivos.

FESTEJO. Todo el equipo de Williams, celebrando los puntos que sumaron Alex Albon (hacia la derecha) y Colapinto en Bakú. FOTO DE @TNTSportsAR FESTEJO. Todo el equipo de Williams, celebrando los puntos que sumaron Alex Albon (hacia la derecha) y Colapinto en Bakú. FOTO DE @TNTSportsAR

Hay otro motivo valioso en lo logrado por Franco, que le da fortaleza en una categoría que suele ser despiadada con sus protagonistas. El reparto exacto de los premios en la F-1 es secreto, pero se puede hacer una buena estimación de cuánto vale cada posición, de acuerdo a números de la temporada 2023. Williams, en Bakú, logró 10 puntos (en una sola carrera consiguió más que en las 16 fechas anteriores). El equipo inglés fue 7° en la tabla de Constructores el año pasado, y embolsó como recompensa unos U$S87 millones (para este año, incluso, se habla de un aumento de un 15 a un 20% en esa cifra). Ahora está 8°, y con buenas perspectivas de seguir avanzando, gracias al aporte de Colapinto y del piloto N°1, Alex Albon. Quedan siete carreras, hay millones en juego.

Más valor para lo de Colapinto: desde que Reutemann dejó la F-1, hubo otros argentinos compitiendo, pero ninguno pudo sumar puntos. Tomen nota: Oscar Rubén Larrauri (corrió 21 carreras, entre 1988/1989), Norberto Fontana (hizo cuatro, en 1997), Esteban Tuero (compitió en 16, en 1998) y Gastón Mazzacane (participó de 21 competencias, entre 2000/2001). ¿Se entiende mejor el valor de lo logrado por el bonaerense?

Con Franco en estado de gracia (en él elegimos creer), y con un equipo Williams en crecimiento, lo que viene se ve interesante. Por ejemplo, asoma en pocos días más el Gran Premio de Singapur, en Marina Bay. Para los que volvieron a “engancharse” con la F-1, allá la final será de noche, pero aquí la carrera se podrá ver desde las 9 del domingo 22. No digan que no les avisé.

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