Son exjugadores, quisieron seguir ligados al fútbol, armaron un equipo y son pentacampeones de Las Cañas

Lograr un título en cualquier competición es una hazaña que requiere esfuerzo, dedicación y talento. Sin embargo, conquistar la gloria en cinco ocasiones consecutivas es una tarea titánica que muy pocos equipos alcanzan. Celta FC consiguió lo que muchos clubes solo sueñan: ser pentacampeón del Torneo Amateur de Las Cañas. No obstante, este logro no es casualidad, sino el resultado de una historia de evolución y perseverancia que comenzó con la fusión de dos equipos: Milán y Jamaicha. 

Ambos clubes habían demostrado su calidad y competitividad en el torneo ByG de Yerba Buena, pero el deseo de avanzar en el fútbol y enfrentarse a rivales de mayor nivel los llevó a probar suerte en la primera edición de Las Cañas. ¿El nombre elegido para el debut? "Pura vida", en referencia a un bar de la zona. Sin embargo, la denominación no terminó de convencer...  

“Lo cambiamos a Celta de Vino y unos de los chicos decidió simplificarlo a Celta FC. El color representativo que siempre buscamos fue el verde. A lo largo de los años, hemos tenido muchos modelos de camisetas, pero el verde siempre predominó”, explicó Gonzalo Padilla, uno de los fundadores del pentacampeón de los torneos de Las Cañas. “Es un grupo muy diverso, con chicos de distintas edades y lugares. Hay jugadores de San Miguel, Cruz Alta, Las Talitas, Yerba Buena y también del sur de la provincia. Lo que nos une es la pasión por el fútbol y las ganas de ganar, pero, sobre todo, la familia que hemos formado. Eso es lo más importante y lo más lindo: el grupo humano”, agregó el escribano, que brindó detalles del escudo y la indumentaria elegida para esta temporada. 

“La camiseta que usamos por más tiempo fue una que mezclaba el diseño de Chapecoense y Palmeiras, bastante similar a la estética de esos equipos. En su momento, uno de los integrantes que sigue jugando con nosotros era el encargado del diseño de las camisetas”, explicó Padilla sobre el equipo tucumano con “tintes” brasileños.

Comparar al Celta FC con un equipo de renombre en Brasil podría parecer exagerado en términos de nombres. Sin embargo, lo que distingue a este club, fundado en 2017, es su espíritu combativo en el campo de juego. Mientras las grandes ligas cuentan con figuras reconocidas a nivel internacional, el Celta FC —llamado así en referencia al Celta de España y al Celtic de Escocia— se sostiene con jugadores que, aunque no poseen el brillo mediático de los clubes de élite, han dejado su huella en la Primera Nacional, el Federal A y la Liga Tucumana.

Hernán de Camilo (ex San Martín), Gastón Pizzicanella (Racing y Atlético), Benjamín Picón (San Jorge), Gonzalo Ramírez (Experimental) y Patricio Paéz Gutiérrez (Argentinos del Norte); son algunos de los integrantes del plantel que disputará el lunes la sexta fecha contra Funebrero FC.

En ese sentido, las “figuras destacadas” de Celta FC aseguran que encontraron en Las Cañas lo que buscaban: un torneo competitivo.

“Dejé de jugar en la Liga después de la pandemia. Quería seguir vinculado al fútbol, pero también necesitaba un cambio. Empecé a participar en torneos amateurs, pero no me convencían del todo. Así que decidí buscar algo más competitivo y fue cuando me sumé a Las Cañas. Allí el nivel es bastante bueno”, aseguró Ramírez, que brindó más detalles sobre este salto de calidad. “Hoy en día te diría que la diferencia entre ambas competencias es mínima. Incluso me atrevería a decir que el nivel en Las Cañas igualó, o hasta superó en algunos aspectos, al de la Liga Tucumana. Muchos de los chicos entrenan seriamente, van al gimnasio, hacen trabajos de campo... La verdad es que se volvió un torneo muy serio”, agregó el mediocampista, que se encuentra ante la oportunidad de jugar en una Liga Universitaria. “Me surgió la chance de jugar en Estados Unidos, pero quiero ir con el sexto título de Celta FC”, advirtió Ramirez, quien también defendió las camisetas de All Boys y Tucumán Central.
Otro de los destacados en el equipo dirigido por el ex San Martín Ricardo Solbes, es Picón.
Ser parte del equipo que disputa Las Cañas es un “mimo” al corazón para el lateral izquierdo. Claro; formó parte de aquel plantel de San Jorge que realizó una sentada en forma de protesta a las decisiones arbitrales de Adrián Franklin contra Alvarado, por la final del Federal A.
“Fue uno de los momentos más duros. Pasar de estar en una final a jugar en la Liga, fue desalentador. Después me fui a Central Norte y a Atlético Concepción para jugar en el Regional, ese fue mi último club”, aseguró Picón, quien trabajó con su padre en una empresa agrícola hasta que se sumó a Celta FC.
“Fue muy lindo, porque más que un equipo de fútbol es un grupo de amigos. Compartimos cancha, asados y nos juntamos casi todos los días. Fue muy especial unirme a ellos”, dijo “Benja”, quien tuvo sus inicios en las inferiores del “Santo”. “El nivel es muy bueno, aunque mucha gente cree que no. Vamos casi todos los días al gimnasio y esperamos con ganas los sábados para jugar y disfrutar”, concluyó una de las figuras de Celta FC, el equipo que empezó como una fusión y actualmente busca su sexto título en Las Cañas.