14 Septiembre 2024
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe que destaca las tres enfermedades principales responsables de la mayor cantidad de muertes a nivel global. A medida que las enfermedades no transmisibles se convirtieron en una amenaza creciente para la salud pública, la OMS subraya la importancia de la prevención y la atención primaria para reducir su impacto.
Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares, que incluyen infartos y accidentes cerebrovasculares, son la principal causa de muerte en todo el mundo desde hace más de dos décadas. La OMS señala que los hábitos de vida juegan un papel fundamental en la prevención de estas patologías. Las recomendaciones incluyen:
Dieta balanceada: consumir alimentos ricos en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras.
Ejercicio regular: realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa a la semana.
Control de factores de riesgo: mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y evitar el consumo excesivo de tabaco y alcohol.
Diabetes
La diabetes, especialmente la de tipo 2, experimentó un aumento alarmante en los últimos años. Entre 2000 y 2019, las muertes por diabetes crecieron un 70%, con un aumento del 80% en el número de fallecimientos entre los hombres. Esta enfermedad afecta la regulación de los niveles de azúcar en sangre y puede tener complicaciones graves si no se maneja adecuadamente. Para su prevención, la OMS recomienda:
Control de peso: mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
Monitoreo de la glucosa: realizar chequeos periódicos para controlar los niveles de glucosa en sangre.
Educación y gestión: aprender sobre la diabetes y cómo manejarla con el apoyo de profesionales de la salud.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) también señala que la diabetes puede ser tratada, y sus complicaciones evitadas o retrasadas con una combinación de dieta, actividad física, medicación y chequeos regulares.
Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y otras funciones cognitivas, siendo una causa significativa de mortalidad en la población adulta mayor. Aunque no existe una cura definitiva, la OMS recomienda medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad:
Estimulación cognitiva: participar en actividades que desafíen la mente, como juegos de memoria y aprendizaje continuo.
Vida social activa: mantenerse socialmente activo para apoyar la salud mental.
Dieta y ejercicio: seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico regular para promover la salud cerebral.
La importancia de la prevención
El informe de la OMS deja claro que estas enfermedades, si bien mortales, son en su mayoría prevenibles con cambios en el estilo de vida. Adoptar hábitos saludables, monitorear la salud de manera regular y acceder a atención médica oportuna son claves para reducir la incidencia y el impacto de estas enfermedades en la población global.
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