La alimentación no solo impacta el cuerpo, sino que también tiene fuertes implicancias en la salud cognitiva. Según un grupo de expertos reunidos en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en Filadelfia, hay ciertos alimentos que deben ser evitados porque están vinculados directamente con un aumento significativo del riesgo de desarrollar problemas de memoria. Uno de ellos es la carne roja procesada, que afecta gravemente la memoria a largo plazo y acelera el envejecimiento cognitivo.
Carne roja procesada: el peor enemigo de la salud cerebral
Los especialistas explicaron que la carne roja procesada es uno de los peores alimentos para la salud del cerebro. Consumir solo dos porciones semanales, equivalentes a unos 30 gramos de productos como salchichas, hamburguesas o embutidos, incrementa el riesgo de desarrollar problemas de memoria en un 14%. Además, por cada porción adicional de carne roja procesada que se consume, el deterioro cognitivo se incrementa. Este deterioro equivale aproximadamente a 1,6 a 1,7 años, lo que afecta la capacidad de recordar y procesar información, dañando las funciones cognitivas generales.
¿Por qué las hamburguesas y salchichas no son saludables para la salud cognitiva?
La investigadora Li, una de las especialistas presentes en la conferencia, señaló que existen componentes en las carnes procesadas que incrementan el riesgo de diferentes enfermedades. “Se ha demostrado también que la carne roja procesada aumenta el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes. Puede afectar al cerebro porque tiene altos niveles de sustancias nocivas como nitritos y sodio", explicó Li. Estas sustancias no solo inflaman el cuerpo, sino que también tienen un impacto directo en la función cerebral.
Alternativas más saludables para el cerebro
Ante estos hallazgos, los especialistas recomiendan evitar la carne roja procesada y optar por alimentos que sean beneficiosos para el cerebro. Las opciones incluyen frutos secos, legumbres y alimentos ricos en antioxidantes y grasas saludables, como el pescado, el aceite de oliva y los vegetales de hojas verdes. Estos alimentos no solo ayudan a proteger la salud cognitiva, sino que también mejoran el rendimiento cerebral a largo plazo.