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¿Por qué los astronautas deben sumergirse primero en el océano?
El espacio exterior, esa región del universo que se encuentra más allá de la atmósfera terrestre es el lugar que contiene toda la materia existente, un albergue imponente y a veces irrazonable para los seres humanos. Un ámbito de condiciones hostiles, no visitable por cualquier persona. La negrura de este lugar se diferencia bastante de otra desconcertante extensión de nuestra Tierra, el océano. Sin embargo, para los astronautas ambos lugares resultan bastantes similares.
El espacio y el océano abierto, en un primer análisis parecieran lugares verdaderamente disímiles, sin embargo, para los astronautas resultan ámbitos más que conectados. Aquellos que han visitado los lugares más remotos pueden verificar aquella afirmación ya que los tipos de entrenamientos y las experiencias requeridas en ambos ambientes resultan impactantemente similares. Nicole Scott es uno de los pocos individuos que han tenido la oportunidad de visitar los escenarios más hostiles que hacen a nuestra existencia.
“Acuanautas”: El entrenamiento de los astronautas comienza en el océano
Nicole Scott es una ingeniera y astronauta que en su currículum resalta también el de “acuanauta”. La joven dedicó 104 días de su vida al espacio tanto en la Estación Espacial como en un transbordador espacial. Sin embargo, antes de su temporada fuera de este planeta debió pasar su tiempo debajo del agua, en parte como preparación de su viaje al espacio exterior y en otro como una forma de aprender mientras mantiene su estadía en nuestro planeta.
Quizás para algunos astronautas una visita al océano (o una estadía prolongada) puede que no sea la actividad por la que se iniciaron en una carrera del instituto de ciencias astronómicas, sin embargo es un requisito en su formación efectiva. Los astronautas, antes de siquiera pensar en poner un pie en una nave y viajar más allá de la atmósfera terrestre, deben pasar su tiempo debajo del agua. En Estados Unidos existe incluso un centro de entrenamiento dedicado para ello, El Neutral Buoyancy Laboratory en Houston.
¿Cómo es el entrenamiento de los astronautas en el agua?
Este espacio fue creado para entrenar a los astronautas, adquiriendo experiencia para realizar las posteriores caminatas espaciales. Dentro de este lugar se encuentra emplazada la piscina cubierta más grande del mundo, midiendo 61 metros de largo, 31 metros de ancho y 12 metros de profundidad, a la vez que contiene 6.2 millones de galones de agua. Aquí también se encuentran albergadas réplicas de los componentes de la Estación Espacial así como algunas estructuras elaboradas por el hombre en el espacio.
En esta piscina los astronautas se visten con trajes de 136 kilogramos mientras intentan cargar con otros equipamientos para lograr una flotabilidad nula. Estos se sumergen acompañados de un equipo de buzos de apoyo, para aprender y sentirse como si estuvieran operando y moviéndose en el espacio. De hecho, de acuerdo con Scott, es la sensación más cercana que podemos experimentar en la Tierra sobre el espacio, simulando los movimientos que podríamos emplear en las regiones ajenas a nuestro planeta.
Así es que, en ambos casos, además de ser los ambientes más hostiles, resulta que el espacio y el océano comparten un aspecto en común: en ambos podemos flotar, aunque las razones de este fenómeno son diferentes. En el caso del agua porque el fluido ejerce una presión hacia arriba sobre la totalidad del cuerpo mientras que en el espacio por que no existe la gravedad.
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