FILADELFIA, Estados Unidos.- Los candidatos a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Donald Trump y Kamala Harris, preparan el crucial debate que mañana los pondrá uno frente al otro en los estudios de la cadena ABC de Filadelfia.
Trump lleva varios días descalificando a Harris, achacándole inexperiencia, cambios de opinión y escasos logros en su vida política, lo que la convierte supuestamente en una presa fácil. Se ha burlado diciendo que lleva días encerrada y preparando ese debate por temor a su contrincante. En cambio él, alardeó, no necesita ningún entrenamiento: “Yo ya me he preparado toda mi vida para este debate”, dijo.
Lo cierto es que Harris sí se está preparando para el que quizás sea el debate más importante de su vida. Según el “New York Times” se ha encerrado durante cinco días en un hotel en Pittsburgh y ha reproducido un escenario similar al del debate, con un “doble” de Trump que se viste y habla como él.
Las reglas del debate han sido minuciosamente negociadas. Los equipos de los candidatos, han decidido mantener las condiciones del debate entre Joe Biden y Trump: comparecencia sin público, tiempo medido para hablar o replicar, sin contacto con sus equipos ni en las pausas y sin notas escritas traídas de antemano.
El desafío más engorroso no será el de los candidatos, sin embargo, sino el de los periodistas y profesionales verificadores de contenidos. En comparecencias anteriores tiraron la toalla porque no daban abasto para cubrir sus frecuentes distorsiones de la verdad a la velocidad necesaria.
En junio, la CNN recibió una catarata de críticas por no haber verificado en vivo, en el estudio, las mentiras que dijo el ex presidente a Biden, cuyo pésimo desempeño le forzó finalmente a retirar su candidatura.
Según el equipo de verificación de la cadena, Trump pronunció el 27 de junio más de 30 falsedades, como por ejemplo que los estados gobernados por demócratas permitirían “ejecutar” a los bebés al nacer.
Estrategias de ataque
Para hacer frente al desafío, las redacciones estadounidenses están invirtiendo en importantes recursos. En el debate de junio, el “New York Times” contaba con un equipo de investigación digital formado por 29 periodistas.
El sitio web de comprobación de hechos PolitiFact tenía 27. “Contamos con el mayor número de visitas en las noches de debate”, declaró a la agencia AFP la redactora jefe Katie Sanders.
Su equipo se prepara para mañana repasando las líneas de ataque de la demócrata Harris y las mentiras de Trump.
“Detrás de la verificación de contenidos en directo de la noche del debate hay días, semanas de verificación diaria de los candidatos”, añadió Sanders.
La dificultad para verificar lo que dice Trump es que, se salta todas las reglas de la política estadounidense, inventa regularmente afirmaciones falsas o engañosas, o simplemente miente.
Durante su mandato como presidente, entre 2017 y 2021, el “Washington Post” contabilizó 30.573 declaraciones falsas o engañosas realizadas por Trump.
Ahora, de vuelta en la carrera por la Casa Blanca, “utiliza deliberadamente la mentira como estrategia de campaña”, aseguró Alan Schroeder, autor de un libro sobre los debates. Eso, dijo imposibilita hacer correcciones o aportar contexto en directo.
A dos días de su muy esperado debate televisado, Harris y Trump están cabeza a cabeza en intención de voto. La última serie de sondeos muestra que el republicano, que se presenta como el portavoz de los estadounidenses empobrecidos y víctimas de la inflación, conserva altas posibilidades de volver a la Casa Blanca a pesar de sus problemas judiciales y el caos que rodeó su salida de la presidencia en 2021.
Harris, que logró volver a movilizar al campo demócrata tras su tardío ingreso a la campaña en reemplazo de Biden, también puede perfectamente alzarse con el triunfo.