En el espacio todo puede fallar

Enviar una nave al espacio es complejo. Se hacen muchas pruebas para comprobar que no haya fallos en su viaje. Cuando se diseña un edifico, una grúa, un montacargas, etc., se los diseña para soportar una carga mucho mayor a la necesaria. Lo mismo ocurre con las naves espaciales que se lanzan cuando todo está en condiciones de volar sin riesgos, con más seguridad que la requerida. Esto es muy complejo porque muchos de los controles se hacen en simuladores. Las condiciones en el espacio son especiales y no todas se pueden simular en Tierra. De todos modos, a veces, hay fallos. Algunos son menores y otros pueden poner en riesgo la vida de los tripulantes. En la mayor parte de los casos se pueden solucionar.

Las sondas Voyager que se lanzaron en la década de 1970 y se encuentran fuera del Sistema Solar. Tuvieron algunos problemas que se pudieron solucionar a pesar de la distancia a la que se encuentran.

Lo que más impacta son accidentes como los de los trasbordadores espaciales en los que perdieron la vida los tripulantes (Challenger, 1986 y Columbia, 2003). Después del segundo se decidió cancelar ese proyecto. Fue una gran pérdida porque con esas naves se llevaban los astronautas a la Estación Espacial y se podían reparar naves en el espacio, como el telescopio espacial Hubble. A partir de ese momento los astronautas son transportados por naves rusas o de empresas privadas. Esta decisión hizo que muchos otros proyectos espaciales tuvieran que cancelarse o modificarse sustancialmente.

Quizás el problema más difícil de solucionar fue el de Apolo XIII (1970) que era el tercer vuelo tripulado a la Luna realizado por la NASA. Hubo una explosión en un tanque de oxígeno del módulo de servicio por lo que se tuvo que abortar el alunizaje para preservar los recursos y poder regresar a la Tierra. El oxígeno era necesario para que los astronautas respiren y también para generar energía eléctrica y hacer funcionar los motores de propulsión. Los astronautas se trasladaron al módulo lunar para ahorrar el oxígeno restante. Esta fue una operación muy complicada porque ese modulo estaba preparado para dos astronautas y tuvieron que entrar tres. También hubo que acondicionar algunas cosas como adaptar los filtros de dióxido de carbono del módulo de servicio para que funcionen en el módulo lunar. Esto fue coordinado por los astronautas y los controladores del vuelo. Entre otras cosas el modulo en el que tuvieron que alojarse para regresar a la Tierra era húmedo, no tenía un control muy eficiente de la temperatura y escaseaba el agua potable. Lograron regresar a la Tierra en perfectas condiciones. Sin dudas un gran trabajo de todo el equipo.

En junio de este año se realizó un vuelo para llevar dos astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS). Este vuelo se realizó en la nave Starliner, que tuvo múltiples fallas. Tuvieron dificultad para acoplarla, pero finalmente lo lograron. Hicieron algunas pruebas y decidieron que la nave vuelva a Tierra sin tripulación. Los astronautas, que iban a permanecer ocho días en el espacio, estarán allí varios meses hasta que otra nave pueda ir a buscarlos. No es fácil organizar el viaje de una nave espacial. Se evaluó que lo más seguro es hacer regresar la nave sin tripulación. La ISS tiene insumos suficientes para que los astronautas puedan permanecer un tiempo más largo en la misma. Hay que destacar que este vuelo no fue improvisado. Una nave similar sin tripulación había hecho pruebas de vuelos orbitales, y había pasado todas las pruebas para que el viaje fuese seguro.

Se podría dejar la nave a la deriva en el espacio, pero se trata de general la menor basura espacial posible. Se espera recuperarla para evaluar las fallas y las causas de las mismas. No debería considerarse un fracaso, sino un accidente del que se puede aprender mucho. Lo óptimo sería que no hubiese ocurrido, pero si ocurrió, hay que aprender de él.

Los transbordadores se destruyeron, y aunque se sabe cuáles fueron las fallas, no se pudieron hacer algunas pruebas necesarias para tratar de evitarlas en futuros viajes.