A principios del siglo XX, Louis Jacolliot, médico del ejército francés también conocido como Jacobus X, se consagró a la curiosa tarea de medir penes. Llegó a la conclusión de que los más grandes correspondían a los africanos, con un promedio de 19,68 cm de largo. El Ananga Ranga -texto hindú del siglo XVI- describe tres clases de hombres de acuerdo a sus medidas: los hombres “liebre”, los “toro” y los “caballo”.
Según la experiencia de Jacobus, los naturales de la India pertenecían al grado más bajo de la escala: casi todos eran “liebres”. Respecto a los hombres blancos se llevaron a cabo numerosos estudios, pero ninguno concluyente: uno arrojó un promedio de 15,24 cm, otro lo estableció en 16,51 cm y una tercera estadística apuntó a que la mayoría de los penes no erectos mide entre 8,89 y 10,16 cm de longitud.
¿Cuál es el promedio de tiempo que un hombre puede mantener su erección? 40 minutos. Por otra parte, la media de erecciones diarias es 7 y las que ocurren en la noche, durante el sueño, alrededor de 5. Un dato llamativo es que 2 de cada 1.000 hombres son capaces de autofelarse.
Los testículos tienen un tamaño variable: alrededor de 4 cm de longitud y 2,5 cm de diámetro. En el momento de la eyaculación, se acercan al cuerpo -lo mismo que cuando hace frío- y se alejan con el calor (para mantener una temperatura constante, 2 o 3 °C menos que la corporal). Son capaces de producir varios millones de espermatozoides diariamente, aunque éstos tardan aproximadamente 3 meses en generarse y madurar.
Los espermatozoides sólo componen un 1% del total de una eyaculación. El semen –en su contacto con el aire- se coagula a los pocos minutos de la eyaculación y vuelve a licuarse 20 minutos después. Cada una de estas expulsiones –cerca de 4 ml- contiene entre 200 y 600 millones de espermatozoides. Su fuerza varía de un hombre a otro y también según las circunstancias: puede llegar a más de 1 metro de distancia (y a una velocidad de 45 km por hora) o sólo escurrirse lentamente sobre el glande.
El semen está compuesto principalmente de proteínas, glucosa (azúcares), vitaminas, sales, colesterol y agua. La falta de hidratación afecta tanto su cantidad como su calidad (sabor, textura, olor). Algunos alimentos o productos tienen fama de empeorar su sabor y olor. Entre ellos: la carne, el alcohol, los cigarrillos, los lácteos y el brócoli. Los que al parecer tienen el efecto contrario son el melón, el kiwi, las bananas, el ananá, las frutillas, la canela y, en general, una dieta vegetariana.