"Jazo" Acevedo habló de la venta de drogas en la cancha de Atlético Tucumán y de la interna por el poder de “La Inimitable”

"Jazo" Acevedo habló de la venta de drogas en la cancha de Atlético Tucumán y de la interna por el poder de “La Inimitable”

El referente de la barra del "decano", después confirmarse que será enjuiciado, realizó graves denuncias. Podría ser penado a cinco años.

ATENTO. “Jazo” Acevedo anotó en un papel los detalles más importantes de lo que ocurrió en la audiencia. ATENTO. “Jazo” Acevedo anotó en un papel los detalles más importantes de lo que ocurrió en la audiencia.

“Pueden darme 100 años de condena, pero seguiré refugiado en la verdad”, sostuvo Javier “Jazo” Acevedo antes de comenzar a denunciar una serie de situaciones que se viven en Atlético. Tienen que ver con la venta de drogas en el Monumental, la interna por el poder de “La Inimitable” y un hecho muy doloroso para los simpatizantes “decanos”: el crimen de Luis Gerardo Caro registrado en 2002.

Judicialmente, como en otros órdenes de la vida y del deporte, un ataque puede ser una estrategia defensiva. Eso es lo que hizo Acevedo minutos después de escuchar que puede ser condenado a cinco años de prisión por amenaza agravada por el uso de arma blanca y resistencia y atentado contra la autoridad por haber sido cometido contra el encargado de seguridad de un espectáculo deportivo, una figura penal que nunca fue aplicada en nuestra provincia.

La auxiliar Julieta García, siguiendo las instrucciones del fiscal Mariano Fernández, acusó a “Jazo” de haber cometido este hecho 24 días después de haber cumplido una pena de 11 años y un mes por tentativa de homicidio en contra de un guardiacárcel y por homicidio en riña.

La representante del Ministerio Público relató que el 27 de mayo, luego del partido contra Platense, el acusado, junto a otras tres personas que no fueron identificadas, ingresaron al estadio con claras intenciones de insultar y agredir en el vestuario a los jugadores, pero fue detenido por el oficial Julio Bonkosky.

En ese momento, según detalló García, el acusado comenzó a amenazar con las siguientes frases:

- “¡Vos sabés quién soy yo! Esta es mi casa y nadie me va a sacar de aquí!”.

- “Vos no te hagás el loco. Te voy a matar a vos, a tu familia y al perro”. En realidad, según lo que surgió en la audiencia de ayer, no se trataba de la mascota de la víctima, sino de un alto jefe policial que es conocido con ese sobrenombre.

La auxiliar relató cuáles eran las pruebas y pidió que sea enjuiciado. Anticipó que, además de la condena a cinco años, solicitará que se le impida a ingresar a cualquier espectáculo deportivo por idéntico período.

La defensa

Los defensores del acusado Belén Salas y Manuel Pedernera solicitaron abiertamente que fuera sobreseído porque no existían pruebas en su contra. “Los únicos testimonios que tienen son de policías. Casualmente el Ministerio Público no tuvo en cuenta las palabras de dos testigos civiles que vieron el atropello que sufrió nuestro asistido. ¿Por qué? Porque son personas que sostienen la versión de esta defensa”, señalaron.

Pedernera, desde el inicio mismo, se mostró sorprendido porque la audiencia no era presidida por la jueza Carolina Ballesteros (que atendía el expediente y que está de licencia y por sorteo fue reemplazada por Sebastián Norniella Parache). “Están en los registros fílmicos que ella había pedido una investigación más profunda sobre la venta de entradas, abonos, alcohol y drogas en el penal. Era la que sospechaba que un policía tenía miedo de Acevedo”, indicó.

“Sabemos que ‘Jazo’ Acevedo llama la atención de todos por su nombre. Acá él debe ser juzgado por las pruebas que se presenten, no por quién es. Van a querer a solucionar los problemas de la violencia en el fútbol condenándolo”, finalizó rechazando que sea enjuiciado.

Ataque

“Primero me gustaría aclarar que no le temo, pero sí siento miedo por lo que le pueda hacer el clan Acevedo a mi familia que va al estadio”, declaró Bonkosky. “’Jazo’ es una persona peligrosa que agrediendo y amenazando se quiere apoderar de la barra de Atlético. No le importa nada”, disparó.

Acevedo lo escuchó atentamente y después se despidió. “Aquí hay una realidad. A mí no me quieren. Cuando me dieron la libertad, le pedí al juez (Gonzalo) Ortega que me protegiera porque sabía que me inventarían una causa para sacarme del medio”, aclaró. “A Bonkosky lo conozco desde hace mucho tiempo. Él me tiene bronca porque a su hermano le quité tres kilos de cocaína que quería vender en la cancha”, lo acusó, pero nunca dijo qué hizo con la droga. “Él también fue el que abrió las puertas en la cancha de San Martín para que los integrantes de ‘La banda del camión’ nos emboscaran el día que mataron a Caro”, señaló días antes de que se cumplan 22 años de uno de los hechos más trágicos de la historia del fútbol tucumano.

Al confirmar el juez que Acevedo debía ser enjuiciado por el caso, a la hora de discutir las pruebas que analizará y los testimonios que escuchará un tribunal en los próximos días, se desató otra polémica. Las partes acordaron las pruebas, pero hubo una fuerte discusión a la hora de confeccionar la lista de testigos.

Pedernera solicitó que sea citado el presidente del club y actual legislador Mario Leito. “Si bien ya lo hará el dirigente Mario Ávila, que por cierto es enemigo de la facción ‘La 33’ que lidera ‘Jazo’ y allegado a ‘La Inimitable’, es importante que se presente el titular”, pidió. “Quién más que él puede explicar sobre la entrega a la hinchada de entradas, abonos y la venta de alcohol y drogas. Y también sería bueno preguntarle ¿por qué no aplicó el derecho de admisión contra ‘Jazo’ ni bien recuperó la libertad?”, argumentó. La auxiliar García se opuso y el magistrado le dio la razón.

Ese no fue el único golpe que recibió ayer el acusado. Después de que se confirmará que sería enjuiciado, Pedernera fracasó en su intento de que espera en libertad el debate. Por pedido de la auxiliar Luciana Papa, el juez Guillermo di Lella le prorrogó la prisión preventiva por 45 días. “Me quieren condenar a 100 años para sacarme del miedo. Dejaré de ir a la cancha para demostrar que no le quiero hacer daño a la institución que amo”, dijo golpeándose el pecho. Antes de finalizar, pidió que sea trasladado a una cárcel de otra provincia porque temía por su vida.

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