Los alimentos antioxidantes son fundamentales para mantener la salud del cuerpo. Aunque son necesarios durante toda la vida, hay ciertos momentos en el crecimiento en que se vuelven mucho más importantes para evitar enfermedades y desgaste de tejidos y órganos.
Los antioxidantes, según el sitio Medline Plus, son sustancias que ya sea naturales o fabricadas por el hombre pueden prevenir o retrasar el daño celular. Están presentes en muchos alimentos y las furtas y verduras destacan por contenerlos. Los antioxidantes incluyen beta carotenos, luteína, licopeno, selenio, vitamina A, C y E.
La dieta antioxidante para después de los 50
Para cada etapa de la vida debemos seguir dietas que favorezcan nuestra salud y se adapten a lo que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente. A partir de los 50 años -y los 60 con mayor razón-, los antioxidantes se convierten en los mejores aliados para evitar dolencias y fallas orgánicas.
La dieta recomendada con propiedades antioxidantes debe ser variada e incluir frutas, verduras y grasas saludables. Algunos de los alimentos recomendados son: el brócoli, las nueces, el cacao, el salmón y el té verde.
Brócoli
Es una verdura rica en nutrientes esenciales como vitaminas A, E, C, K y beta carotenos. Contiene hierro, calcio, zinc, selenio y potasio y polifenoles que ayudana combatir los radicales libres y previenen enfermedades degenerativas.
Nueces
Son fuente excepcional de ácido alfa-linolénico omega-3 de origen vegetal y ofrecen una cantidad increíble de nutrientes esenciales que ayudan a envejecer mejor. Contiene proteínas, fibra, antioxidantes y magnesio.
Cacao
El chocolate es el principal alimento en el que consumimos el cacao. Este es rico en flavonoides y compuestos fenólicos que elevan sus propiedades antioxidantes. En conjunto, disminuyen el estrés oxidativo y contribuyen a retrasar el envejecimiento.
Salmón
Las carnes de pescado, en particular el salmón, son ricos en omega-3 y omega-6. Estos ayudan a estimular la producción del colágeno, la proteína que fortalece y repara tejidos como huesos, cartílagos, músculos e incluso la piel.
Té verde
Esta infusión contiene flavonoides, compuestos ricos en flavonoides que ayudan a neutralizar los radicales libres que pueden dañar elementos del cuerpo como el material genético. También ayuda a prevenir la aparición de enfermedades crónicas.