Ya sea para llevar como postre a una reunión o para cambiar el desayuno monótono de las mañanas, estas galletas de almendras son una preparación ideal para cuando el tiempo se nos escapa pero no deseamos renunciar a darnos un gusto dulce. Esta receta no solo es muy fácil de hacer, si no que además es sumamente saludable, baja en calorías y con ingredientes valiosos a nivel nutricional.
Las galletas de almendras son bajas en carbohidratos, ideales para dietas que reducen las harinas o cetogéncias. Así, no existe razón para renunciar a los postres dulces que siempre pueden levantar los ánimos de una mañana o quizás un día completo. Estas galletas están hecha a base del fruto seco (la almendra) que entre sus beneficios se encuentran sus cantidades de magnesio, fibra y potasio que estimulan la absorción del colesterol bueno HDL y evitan que el colesterol LDL (malo) se adhiera a las arterias.
¿Cómo preparar las galletas de almendras saludables?
El otro ingrediente de la lista es la miel. Este componente es el que proveerá a nuestro postre de sabor dulce a la vez que servirá de ligue, logrando una mezcla uniforme y homogénea. Este dulce reemplaza al azúcar, siendo un edulcorante natural ideal y aportando beneficios como su cantidad de antioxidantes entre los que se encuentran los flavonoides, fenoles y enzimas que colaboran en la reducción de la presión arterial y promueven la salud cardíaca.
Elaborar esta receta es muy sencillo, en tan solo cuatro pasos y con unos únicos dos ingredientes. Así lograremos unas galletas delicadas en sabor, con una textura firme y crocante por fuera así como un centro suave y atractivo al paladar.
Ingredientes
- 1 taza de harina super fina de almendras
- 3 cucharadas de miel
Elaboración
1. Precalentamos el horno a 177 grados. Preparamos una fuente para horno con papel manteca.
2. Agregamos la harina de almendras y la miel a un molde mediano. Usamos una cuchara para mezclar los ingredientes hasta que estén uniformemente combinados. Debemos asegurarnos de que la miel humedezca toda la harina.
3. Usando una cuchara, tomamos porciones de la masa y las colocamos en la placa preparada anteriormente, procurando dejar espacio entre las galletas. Usamos la parte trasera de la cuchara para aplastar las bolitas hasta que tomen un grosor de medio centímetro.
4. Horneamos por 12 a 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados. Dejamos enfríar completamente antes de remover de la placa y ¡listo! ya están listas para disfrutar.