Ganó un torneo del Korn Ferry, fue campeón sudamericano, y vuelve de una lesión en el Abierto del Norte

Ganó un torneo del Korn Ferry, fue campeón sudamericano, y vuelve de una lesión en el Abierto del Norte

Jorge Fernández Valdés, uno de los candidatos a quedarse con el certamen en el Jockey Club, contó que atravesó un año complicado por problemas en su muñeca.

Ganó un torneo del Korn Ferry, fue campeón sudamericano, y vuelve de una lesión en el Abierto del Norte LA GACETA / Foto de Analía Jaramillo

En la 57° edición del Abierto del Norte que se está llevando adelante en el Country del Jockey Club, se pueden encontrar a varios exponentes destacados del golf. Y no sólo tucumanos, sino de distintas partes del país. De hecho, uno de los favoritos es “foráneo”: el cordobés Jorge Fernández Valdés, que peleará por el título, pero también buscará encontrar buenas sensaciones tras meses complicados.

“Estuve bastante parado este año por una lesión en la muñeca. Volví hace un par de semanas a probar en un torneo en Chicago, en el Korn Ferry, y me sentí muy bien. En el rough sentía que me faltaba un poco, paré un poco más, y ahora que estaba en Córdoba tenía ganas de jugar el Abierto del Norte”, le contó Fernández Valdés a LA GACETA, reconociendo que la recuperación no fue sencilla.

“Nuestro medio de trabajo es el cuerpo y no poder trabajar, no poder competir, se hace largo. Gracias a Dios, con el apoyo de la familia y de mi equipo se pudo hacer mucho más llevadero. Nunca me había pasado algo así, y no es fácil; no son fáciles las lesiones. Más que nada fue la parte mental, necesitás mucha contención. De todo se aprende”, se explayó Fernández Valdés, quien aseguró estar “contento” de participar del Abierto del Norte. El cordobés lleva 10 años disputando el certamen, con la particularidad de que esta es la primera vez que lo hace como profesional. “Lo jugué mucho en amateur”, recuerda.

La aclaración de Fernández Valdés de que decidió jugar el torneo por su estancia en Córdoba se debe a que su residencia permanente no es su provincia natal. “Estoy viviendo un poco afuera y un poco en Córdoba. Cuando tengo los torneos en Estados Unidos hago base allá, y cuando no hay torneos, vuelvo acá”, detalló el golfista, que aseguró que los viajes son “la parte más dura de este trabajo”. “Es desgastante; por más que parece que viajamos por placer, te termina cansando, y lo único que querés es tu casa, tu familia, tu almohada”, apuntaló.

De todas maneras, todo eso se hace un poco más llevadero para Fernández Valdés porque cuenta siempre con la compañía de su esposa, Martina Bertuccioli y de su pequeña hija Azalea, de dos años. “Siempre están ahí. Son las personas en las que más me apoyo; por suerte entienden esto y me apoyan de la mejor manera. Sé que esto es en equipo; sólo no se lo puede hacer”, subrayó.

El golf no fue el primer amor para Fernández Valdés en el mundo del deporte, pero sí terminó siendo el definitivo. “Nos criamos en un barrio donde había para practicar varios deportes y pudimos hacer de todo un poco. Jugaba al tenis, al fútbol, pero me atraía mucho el golf, que es por el que me terminé inclinando. Me ayudaron muchas personas, los resultados; todo se fue dando para poder seguir con mi carrera”, remarcó.

Y los resultados, efectivamente, lo fueron acompañando. Sus éxitos más destacados llegaron en los últimos años: en 2022 se quedó con la medalla de oro en los Juegos Suramericanos de Asunción, y en 2023 logró su primer título en el circuito Korn Ferry, el segundo tour más importante del golf profesional luego del PGA.

“Había estado cerca un par de veces sabía que podía; es hasta que se abre la puerta”, recordó el cordobés sobre esa consagración en el UNC Health Championship, que se jugó en Raleigh, Carolina del Norte “Es importante saber que se puede estar a ese nivel”, agregó, destacando también la importancia de aprovechar las oportunidades. “Es un deporte donde no ganan siempre los mismos, y si estás en una buena semana tenés una chance de ganar, y hay que aprovechar. Eso es lo importante, poder aprovechar tu semana, tus piques de suerte”, aseguró.

Fernández Valdés, en realidad, llegó a Tucumán unos días antes del Abierto del Norte, ya que participó del Nelson Ledesma Invitational, aprovechando también la gran relación que tiene con el propio Ledesma. “Nelson es un gran jugador y una gran persona. Compartimos mucho en Estados Unidos, tratamos de hacer comidas juntos con la banda de Argentina. Esa es una parte muy buena que tiene el circuito, la camaradería que tenemos entre los jugadores argentinos es muy positiva, nos apoyamos. Feliz de haber jugado su primer Nelson Invitational, esperemos que haya muchos más”, dijo al respecto.

Con relación al Abierto del Norte, Fernández Valdés aseguró que la competencia no es sencilla, y no habló de favoritismos. “Siempre uno viene con expectativas. Jugar en tu país siempre es lindo, y ganar en tu país está en la lista de objetivos. Claramente es un nivel muy alto, hay que armar bien la semana, y tener paciencia”, explicó.

Con el objetivo inmediato de recuperarse de su lesión, Fernández Valdés tiene muy claro su meta más grande en el golf. “Estamos en el Korn Ferry porque el único objetivo es entrar al PGA Tour”, apuntaló con firmeza. La chance en el circuito más importante no llegó todavía para el cordobés, pero la ilusión se mantiene. Y dejando atrás los problemas en su muñeca, espera que el Abierto del Norte inaugure una serie de torneos con grandes resultados para él, y sobre todo, donde pueda sentirse bien.

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