Sinceramente si hay una clase social realmente marginal y sin posibilidades: son los jubilados. Todos los gobiernos, los que pasaron y el actual, usan y abusan de ellos. Condenados a la miseria salarial que perciben, enfermos por su avanzada edad, muchos de ellos solos, sin familia, deben soportar en el ocaso de su vida a pesar de haber aportado al Estado con dinero y esfuerzo, morir así. Lo atroz es el justificativo político que utilizan siempre para ocultar el criminal ajuste que les proporcionan todos los gobiernos. Aquellos que intentan desvirtuar esta triste realidad hoy y ayer, con discursos ideológicos, dejan a las claras la incultura, el desconocimiento y la puesta en valor del verdadero significado del trabajo y mucho más de los derechos humanos y laborales manifiestos en la Constitución nacional, constitución, valga la redundancia, violada a gusto y placer por el poder político de turno para aniquilar con aplausos a los pobres jubilados de la República Argentina.
Williams Fanlo