Al leer la nota que lleva el título de esta carta (03/09/2024), no dejo de conmoverme y de emocionarme con la misma. Porque son muchas las historias y vivencias que atesoro de este maravilloso y hermoso pueblo, lugar en el que se criaron mi madre con sus hermanas y hermanos. La igualdad de oportunidades que ofrece la Educación pública y gratuita - que desde hace un siglo y medio enorgullece a la Argentina - no deja de ser una quimera si la misma no es sustentada por la igualdad de condiciones. Y así como hay gobiernos populares que bregan por multiplicar la apertura de universidades fuera de las grandes ciudades, también los hay aquellos que las eliminan; las atacan y hasta las criminalizan (tildándolas de ser “un negocio”), llegando al extremo de desfinanciarlas e incluso cerrarlas. Celebro la mirada de estas nuevas generaciones de colaleñas y colaleños que entienden los avances de la humanidad en ciencia y tecnología sin dejar de lado la historia y potencial de sus pueblos, tan injustamente olvidados y postergados por el sistema. Ojalá las autoridades de nuestras universidades nacionales públicas y gratuitas tomen nota, lleven la imaginación al poder y abran caminos.
Javier E. Guardia Bosñak