Leonardo Gotleyb escribe que la xilografía (el grabado en madera) puede expandirse en la estética contemporánea a pesar de ser un arte del siglo XII en Occidente. “Correr esos límites es uno de los grandes desafíos que posee el artista visual hoy, porque ese límite es una convención”, le responde a LA GACETA. Y agrega: “mi investigación sobre la tecnoxilografía o cómo expandir sus posibilidades es uno de esos caminos a recorrer”.
El artista ha recibido más de un centenar de premios en el país y en el exterior en su larga carrera, tanto por su obra como por su aporte a la investigación del grabado. Desde 1987 ha sido seleccionado en más de cien bienales en América, Europa y Asia. Además, es docente de UNA.
Hoy desde las 12.30 en la Facultad de Artes disertará en la sexta Jornada de Investigación de la Faunt y cuarta Jornada Nacional, y mañana en el mismo horario brindará un taller sobre tecnoxilografía.
Gotleyb incorpora en sus análisis un concepto relativamente reciente como es el de “original múltiple”.
- ¿Qué es la tecnoxilografía?
- Es una técnica experimental de grabado que investigué y desarrollé en 2009, que incluye en una misma matriz la gestualidad del grabado en madera con materiales de uso industrial, como el carburo de sílice, productos epoxi, acrílicos, alambres, clavos, mallas de metal, entre otros materiales que encontramos normalmente en el mundo de la construcción.
- Un arte tan antiguo como la xilografía no tendría por qué escapar de eso tan contemporáneo como es ser un lenguaje híbrido, de citas y cruzado con otros géneros...
- El arte contemporáneo goza y se alimenta de la hibridación con otros lenguajes y tecnologías digitales o analógicas, perdiendo los límites de origen. Eso enriquece no solamente la estética sino también su poética. La técnica es un procedimiento que se aprende primero y se destruye después. Esto significa que el arte de hoy no reconoce reglas ni reglamentos, pero si podemos rescatar una, sería el bello equilibrio entre el pensar la obra y hacer la obra con la misma pasión.
- En 1935 Walter Benjamin hablaba de la desaparición del aura a partir de sus estudios sobre el grabado y la fotografía...
- En ese texto dejaba bien establecido el carácter aurático de la “obra original”, dejando fuera a expresiones artísticas como el cine, la fotografía o el grabado, recurriendo a otro término para este tipo de producción como obras ‘postauráticas’. Si bien pierden su santificación unida al primer ritual de la creación, Walter Benjamin también contempla la idea de que este tipo de arte se democratiza y permite su consumo a una mayor cantidad de personas, justamente una de las premisas del arte impreso. Podemos además vislumbrar una reconciliación del grabado con respecto al texto de Benjamin, si nos centramos en una de las definiciones claves de la obra gráfica: “El grabado es un original múltiple”.
- Muchos han llamado la atención sobre tus paisajes urbanos...
- Mi obra intenta ser una alerta, una reflexión constante sobre la armonía que deberíamos tener con la naturaleza. El hombre en diferentes períodos descuidó su casa, el planeta Tierra. Es una visión arqueológica del futuro. Por momentos un grito y por momentos un susurro, pero nunca indiferente a la herida que provocamos consciente o inconscientemente a nuestro entorno.
- ¿Puede el grabado en madera ser portador de una estética contemporánea?
- El grabado en madera o xilografía es uno de los lenguajes artísticos más antiguos y nobles que existe. Sus orígenes se remontan al Siglo VIII en Oriente y al XII en Occidente. Durante la Baja Edad Media, con la aparición de las primeras universidades y la disputa con la Iglesia por el monopolio en la producción de los libros sagrados y los libros de textos, las principales instituciones de la época se encontraron con un gran aliado, la xilografía. El método de impresión reemplazó al escriba, por el cual una imagen o un texto podía ser tallado en una plancha de madera para luego imprimirlo en cientos de hojas de papel multiplicando su contenido. Así aparecen los primeros “libros xilográficos”, que modernizaron la forma de reproducir el pensamiento de la época. En 1450 aparece un nuevo invento que viene a revolucionar una vez más la forma de transmitir los conocimientos, la imprenta de Gutemberg, liberando a la xilografía de esa pesada carga asociada a la ‘industria gráfica’. Luego, estamos en condiciones de decir que el límite es sólo una convención. Correr esos límites es uno de los grandes desafíos que posee el artista visual hoy. Mi investigación sobre la ‘tecnoxilografía’ o cómo expandir sus posibilidades es uno de esos caminos a recorrer.
Jornadas: La investigación en las artes
Con el título “Creatividad y expresiones culturales” se inician hoy las jornadas de investigación convocadas por la Facultad de Artes. Desde las 9.30 los ejes de las ponencias y conferencias serán Arte, Patrimonio y Gestión Cultural, Interculturalidad, Identidad y Género en las artes. Pero también arte y política, y los museos y espacios de exhibición. En el cierre, a las 18.15 habrá un espectáculo de danza con la obra “Bolero”. Mañana, los ejes de debates serán arte y salud, la memoria y derechos humanos y la investigación y educación en artes. En esta jornada también habrá ponencias sobre El Piletón y la lutería tucumana. A las 18 tendrá lugar una charla sobre “Caracterización acústica de espacios para las artes escénicas”, de Andrea Farina.