En el fútbol las alegrías son pasajeras. Se dice que en muy raras ocasiones hay tiempo para extenderse en los festejos y que los objetivos se renuevan de manera continua. Y el presente de la selección argentina da fe de ello. Atrás quedó el recuerdo de una era llena de sonrisas en la que los dirigidos por Lionel Scaloni edificaron la etapa más dorada y gloriosa de la historia (dos veces campeones de América, un título Mundial y la consagración en la Finalissima). Sin embargo, la vida continúa y a partir de este duelo contra Chile el entrenador tiene una nueva misión: construir el futuro del equipo sin sus máximas figuras.
El partido contra los trasandinos marcará el inicio de una etapa, una nueva vida en la que Argentina deberá aprender a convivir sin sus leyendas. Ángel Di María tendrá un merecido homenaje luego de haberlo ganado todo, no sin antes, claro, haber sufrido momentos en los que el corazón prácticamente se le detuvo por la tristeza de las oportunidades perdidas y los reproches (cuasi dardos envenenados) populares. Además, en esta ocasión tampoco estará Lionel Messi, que sigue en plena etapa de recuperación de la lesión sufrida en la final de la última Copa América y transita, además, los últimos años de su carrera.
Por eso, sin esos héroes que dejaron un legado imborrable, el futuro del equipo pasa a depender de los futbolistas que en la era Scaloni supieron convertirse en pilares claves del andamiaje del equipo, y de la capacidad de los más jóvenes que tienen la necesidad (y la obligación) de asumir un rol más protagónico para continuar el camino de los éxitos.
Argentina marcha como líder cómoda en las Eliminatorias Sudamericanas. Ganó cinco partidos de los seis que disputó (marcó ocho goles y sólo recibió dos) y su boleto para el Mundial 2026 parece no correr peligro (incluso podría llegar a asegurarlo antes de fin de año).
“Competir, competir y no relajarse nunca. Esa es la idea y este grupo la tiene muy clara”, aseguró hace un tiempo Scaloni, quien ni bien pasó la ebullición por los festejos de la última Copa se fijó una nueva meta.
El entrenador es consciente de que toda era tiene su final y que contra el tiempo no hay mucho por hacer. También sabe que será él quien deba comandar la inevitable renovación que se viene por delante (y capear los posibles frentes de tormenta) algo que sufrieron todos los equipos que marcaron una era y que se hizo más evidente en el último tiempo.
Tras el título en Alemania 2006, Italia sufrió y mucho. Incluso no logró clasificarse a los últimos dos mundiales y está tratando de encontrar el rumbo en los jóvenes. España está volviendo a ser luego de ver cómo su generación dorada, la que obtuvo el título en Sudáfrica 2010, debió dar un paso al costado. Alemania no volvió a ser la misma tras su consagración en Brasil 2014; mientras que Francia aún disfruta de los jugadores que le dieron su segunda estrella en 2018 y que llegaron a la final de 2022 en Qatar.
Por eso uno de los grandes objetivo argentinos pasa porque la reestructuración se note lo menos posible. Y en ese sentido el choque contra los chilenos también será una prueba para ver cómo reacciona el seleccionado sin dos de los máximos pilares que tuvo el exitoso ciclo.
Con Nicolás Otamendi también transitando, tal vez, su último tiempo con la “albiceleste”, Emiliano Martínez, Cristian Romero, Rodrigo de Paul y Lautaro Martínez aparecen como los líderes del “nuevo proceso”. En ellos deberá apoyarse el grupo, y ellos también deberán ser los que ayuden a los nuevos a poder acoplarse de la mejor manera posible, tratando de que la estructura se resienta lo menos posible.
“Seguramente cuando se vengan momentos difíciles, habrá que levantarse y volver a intentarlo. Lo que conseguimos quedará en la estadística, pero nosotros tenemos que seguir y no dormirnos en eso. Nos alcanzó con que la gente esté feliz, pero debemos seguir y buscar más”, aseguró Scaloni en conferencia de prensa antes del duelo contra Chile.
Alejandro Garnacho y Valentín Carboni aparecen como los nombres que encabezan la renovación, por lo menos de acuerdo a la lista de convocados para esta ventana de Eliminatorias. Valentín Barco apunta a certificar todo lo bueno que fue insinuando (y concretando) desde su promisorio debut en Boca allá por 2021. Mientras que Ezequiel Fernández y Giuliano Simeone (dos futbolistas que mostraron buen nivel en los últimos Juegos Olímpicos), Matías Soulé y Valentín Castellanos lucen como otras de las caras nuevas de la última citación y como banderas de la nueva generación.
“Están acá porque pueden aportar en base a lo que será el partido. Pueden jugar, lo están demostrando. Es un momento para poder disfrutar de ellos y que sumen minutos con esta camiseta”, valoró el entrenador sobre los futbolistas que podrían comenzar a sumar minutos en la Selección a partir de ahora.
Pero claro, las ausencias de Di María y de Messi no son sencillas de suplir. Lo sabe Scaloni, quien entiende que el nuevo proceso deberá apuntar a convivir con ello y a buscar alternativas para que la gloria puede seguir latente y no deba terminar en el fondo del baúl de los recuerdos. “Intentaremos mantener el nivel, que siga en la línea que estamos y supimos llevar todo este tiempo”, sentenció el DT.
La misión no será sencilla, pero durante todo este proceso demostró que no depende de ningún nombre propio. Ahora llegó el momento de ratificarlo una vez más.