Desde esta semana rige la eliminación del pago de libre deuda como requisito para transferir un auto usado, lo que implica que se pueda completar esa operación aún sin que el dueño original de un vehículo haya saldado sus multas por infracciones de tránsito que están asociadas a la patente del rodado.
Hasta ahora los registros tenían convenios con los municipios, de tal modo que retenían el trámite por deudas de patentes o multas. Si una persona quería comprar un auto y tenía una deuda no podía transferir el vehículo, explicaron desde el Ministerio de Justicia de la Nación.
En abril pasado el Gobierno había eliminado el Certificado de Transferencia de Automotores (CETA), y en mayo se dispuso que deje de ser necesaria la cédula azul, que era el documento para que una persona pudiera manejar un auto ajeno.
La cédula verde, en cambio, quedó como único documento indispensable para que un vehículo pueda circular de manera legal, pero ya no tiene fecha de vencimiento, también por orden de la Subsecretaría de Asuntos Registrales, que depende del área que conduce Mariano Cúneo Libarona.
El Gobierno también había establecido en 1% del valor de la operación el costo de la transferencia de un vehículo (válido para modelos nacionales o importados), y se bonificará la emisión de cédulas, chapas patente, títulos de propiedad y certificados de firmas.
El secretario de Justicia de la Nación, Sebastián Amerio, precisó que “a partir de ahora los gobiernos van a tener que hacerse responsables ante los ciudadanos de los impuestos, tasas y retenciones que les cobran”, y que “los argentinos tienen el derecho de saber a dónde es destinada la plata que el Estado les retiene”, por lo que “esta medida es un avance en ese sentido”.