El ex DT de San Jorge recordó la final contra Alvarado en 2019 y apuntó contra Adrián Franklin: “Me dijo que lo perjudiqué”
Cinco años después, Víctor Nazareno Godoy recordó la final entre Alvarado y San Jorge del torneo Federal A de 2019, que finalizó con una sentada en el campo de juego a modo de protesta por las decisiones arbitrales.
El 23 de junio de 2019 es una fecha que marcó a fuego la vida de Víctor Nazareno Godoy. El ex DT de San Jorge pasó del éxtasis de estar a un paso del ascenso a la Primera Nacional a desilusionarse y pasar una noche de pesadilla en el estadio José María Minella.
El gol de Emiliano López para Alvarado sorprendió al “Expreso” en la primera mitad. Aunque las polémicas decisiones del juez Adrián Franklin (expulsó a Maximiliano Guardia y a David Váldez, y amonestó a otros cinco jugadores del “Expreso” verde) fueron el detonante para que el equipo tucumano decidiera sentarse en el campo para manifestar su repudio a la labor arbitral.
“Fue un afano lo del primer tiempo. No nos merecemos esto, nos robaron en la cara; por eso tomamos la decisión”, había declarado aquella noche el volante Ricardo Tapia.
Cinco años después, Godoy reconoce que el hecho influyó en el desarrollo de su carrera. “Hice declaraciones que me perjudicaron”, confiesa. En diálogo con LA GACETA, el chaqueño, actual DT de Concepción FC, contó cómo fue volver a dirigir después de aquel episodio, cómo quedó la relación con Franklin y diferentes anécdotas sobre su recorrido en el fútbol tucumano.
- ¿Cómo llegaste a Tucumán?
- Vine a jugar en San Martín que no estaba en un buen momento en cuanto a lo económico. Creo que estaba jugando el Argentino “B” en ese momento, y fue un paso muy corto el que tuve. Incluso no jugué ese famoso partido que terminó perdiendo contra La Florida. En ese período conocí a mi mujer con quien formé mi familia. Después volví a Tucumán para jugar en Atlético Concepción y cuando terminé mi carrera como futbolista decidí instalarme acá.
- ¿La distancia es uno de los retos que deben superar los entrenadores y los futbolistas?
- Al principio. Como jugador viajaba con mi familia, pero ya de entrenador no. Viajar solo te genera un estrés importante. En noviembre del año pasado tuve un accidente. Venía muy rápido a Tucumán y choqué un caballo en la ruta. El auto se destrozó totalmente pero yo tuve la suerte de salir ileso. A partir de eso, tomé la decisión de quedarme acá. He rechazado algunas propuestas por temor y también por mi familia.
- ¿Qué es lo más difícil de ser entrenador?
- Cuando empecé en San Fernando, que fue mi primer club, me costaba no estar más en el rol del jugador. No me acostumbraba al hecho de sacarme el futbolista que tenía adentro. Me costó un tiempo aprender a estar al lado del banco de suplentes; a veces me metía a la cancha. Pero son cosas que a todos le pasan.
-¿Concepción FC fue el club que más te marcó?
- Creo que fue un momento importante porque fue el segundo club que dirigí como DT. Tenía un plantel con jugadores importantes como Raúl Saavedra, Mauricio Verón, Fernando Fontana, Ariel Aragón, Nico Roldán… Todos tenían mucha experiencia en el fútbol y eso me benefició porque tenía un plantel con un gran convencimiento; eso ayudó a superar los problemas económicos que había en ese momento. El jugador de fútbol pretende cobrar de manera regular. Si bien en el ascenso nadie vive tranquilamente de lo que se cobra, lo fundamental es que te paguen regularmente. Los jugadores tuvieron muchísimo protagonismo en que se logre el ascenso de 2015.
- ¿Qué te acordás del día del ascenso al Federal A?
- Fue un torneo bárbaro. No nos ganó nadie en todo el torneo. Habíamos ganado 3-0 en Concepción, pero me acuerdo que esa final en Salta perdíamos 3-0, e hicimos unos cambios en el entretiempo. Después salió la “magia” y logramos los dos goles en el final del partido. Fue todo tan lindo porque todo lo logrado parecía que se derrumbaba de golpe. Tuvimos que reordenarnos para sacar adelante el partido.
- ¿Por qué no apareciste en la foto de los festejos?
- Nunca salgo cuando están todos los muchachos. Trato de mantenerme al margen porque para mí el fútbol es una película en las que los actores principales son ellos. Si bien uno se siente importante, lo cierto es que nosotros sólo le damos un par de herramientas. Ellos son los que interpretan esa película.
- ¿Qué recuerdos se te vienen a la mente de lo que pasó con San Jorge?
- A Concepción le tengo un cariño especial por lo que se logró y es recíproco con la gente. Con San Jorge es distinto porque fue un paso muy intenso. Siento que viví como 10 años ahí, pero sólo fue uno. Encima llegué con un plantel formado y sólo sumé dos o tres incorporaciones. Lo que hicimos fue espectacular.
- ¿Te imaginabas llegar a la final de ese torneo?
- San Jorge era un equipo que venía haciendo muy buenos torneos. Pero esto se fue dando de a poco; ronda a ronda el equipo se fue potenciando. Cuando entramos en la zona Campeonato, escuchaba que el plantel ya estaba convencido de que algo importante iba a pasar. Es más, estábamos seguros de que ganábamos ese partido en Mar del Plata. Nosotros teníamos como parámetro el partido que habíamos jugado contra Alvarado antes de las dos finales. En ese duelo en Mar del Plata le habíamos generado 14 situaciones de gol. Perdíamos 1-0 y empatamos con un gol olímpico de Cuevas, pero erramos muchos debajo de arco. Fuimos protagonistas totales. Después lamentablemente se dio este desenlace.
- ¿Quién tomó la decisión de sentarse?
- Era un momento complicado. Teníamos dos expulsiones y cinco amonestados. Creo que el problema se origina después del gol de ellos. Intenté ordenar a los muchachos porque había un tumulto importante y había varios que discutían la continuidad del partido. En el vestuario, tenía la preocupación de que algún jugador se perjudique por hacer algo contra el árbitro de ese momento. Entonces, entró Marcelo (Sáez), el presidente, y habló conmigo. Ahí me comunicó que había tomado esa decisión. La respeto. Después de eso los jugadores se tiraron al piso y todo terminó.
- ¿Qué te dijo Franklin?
- Cuando terminó el primer tiempo nos cruzamos porque le dije que el jugador que hizo el gol se había sacado la camiseta. Me dijo: ‘Nazareno, está todo normal. No hinchemos las pelotas’. No tuve ningún tipo de discusión con él. Años más tarde me lo volví a cruzar y me dijo que yo le había perjudicado su carrera. Ese día tuvimos un entredicho, pero la realidad es que yo fui el perjudicado. Pero bueno, quedó todo ahí. Después nos volvimos a cruzar en otros partidos, pero no se tocó el tema.
- ¿Sentís que fuiste perjudicado?
- Creo que hice declaraciones que me perjudicaron porque era pretendido por varios clubes, inclusive de Nacional B. Sin embargo, después se cayeron todas las propuestas que tenía. Siempre pensé que estuvo mal la forma en la que declaré sobre el hecho de San Jorge. A lo mejor si decía lo mismo con otras palabras hubiese estado bien, pero qué se yo. Fui muy efusivo en ese momento y apunté directamente contra el árbitro.
- ¿Cómo hiciste para que te saquen la sanción de 14 fechas?
- A San Jorge lo desafiliaron y yo no tenía ningún club para dirigir. En ese momento, me entró la preocupación de no saber qué hacer. Pase de tener ofertas de B Nacional a no tener nada. Entonces se me ocurrió llamar a un dirigente de AFA. A los días me recibieron en Buenos Aires y hablé de todo lo que había pasado en Mar del Plata. Al tiempo salió una resolución en la que me sacaron la sanción. Ahí pude volver a dirigir.
- ¿Pensaste en dejar la profesión?
- Uno que vivió toda la vida de esto no piensa en otra cosa, pero fue duro. Estuvimos a un pasito de conseguir algo histórico para San Jorge y después se derrumbó todo. Fue muy triste. Me quedé sin trabajo y pensé: ¿Qué van a hacer los árbitros cuando me toque dirigir? ¿Cómo van a ser los partidos? Me costó mucho arrancar después de eso. Mi representante me ofrecía a clubes pero muchos me rechazaban por el problema con San Jorge. Entiendo que fue por culpa mía, por las declaraciones impulsivas que hice.
- ¿Cómo fue agarrar después Desamparados?
- Me llamaron y me presentaron un proyecto bastante lindo. Antes de asumir ya había dado nombres de jugadores para contratar, pero cuando salió la sanción se frenó todo porque 14 fechas es mucho. En ese momento sentí que el castillo se volvía a caer. Pero cuando todo se arregló, Juan Valiente (presidente) me llamó de nuevo. Fue un paso maravilloso en el que, incluso, le ganamos un clásico amistoso a San Martín de San Juan en el estadio Bicentenario. Pero con la pandemia se paró el fútbol y después de unos meses rescindí el contrato. La idea siempre fue volver pero después tomé otros rumbos.
- ¿Cuál es el siguiente paso dentro de la profesión?
- Hay muchas cosas por cumplir. Tuve la suerte de dirigir y me pasaron cosas muy importantes. Tengo el sueño de llegar a clubes más importantes; me siente totalmente capacitado. Creo que tengo condiciones para seguir creciendo. Hoy dirijo Concepción con total orgullo, pero como le transmito a mis jugadores, el hecho de estar en el ascenso de la Liga Tucumana no quiere decir que mañana no podamos estar en lugares más importantes. Estoy convencido de que todavía me quedan desafíos más complejos de afrontar.