Oficialmente desde hoy entra en vigencia la reducción del impuesto PAIS que, en una primera instancia, impactará en las importaciones de bienes (no de servicios) y en el pago de fletes. La medida, anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, retrotrae la alícuota al 7,5% (era del 17,5%) que regía sobre las importaciones de bienes y fletes previo al cambio de mandato en diciembre de 2023. Asimismo, según se desprende de las declaraciones, la reducción de la alícuota no sería compensada con un aumento del tipo de cambio oficial, generando impactos sobre los ingresos del fisco y el nivel de precios. Precisamente, las distintas cámaras empresarias coinciden en que más que una merma, el primer impacto de la medida puede exteriorizarse en un freno en determinados rubros, como electrónica y línea blanca. En alimentos, se espera una disminución de precios en productos enlatados y en cápsulas de café importadas. La industria automotriz considera que el impacto de la baja del impuesto PAIS demandará tiempo, tomando en cuenta las previsiones de los importadores de autopartes.
Más allá de ello, el equipo que dirige Caputo, refuerza las señales en su compromiso con la baja de la brecha y mantener a raya la nominalidad, aún a costa de desprenderse de reservas, dice un reciente informe de Ecolatina. El abaratamiento del tipo de cambio importador y el acotamiento de plazos para acceder al Mercado Único Libre de Cambios (MULC) se inserta en la búsqueda por atraer nuevamente al oficial una demanda de divisas en los dólares paralelos, que sólo durante el primer semestre cruzó pagos por un tercio de las importaciones vía operatoria Contado con Liquidación (CCL).
Con la postergación de importaciones producidas durante agosto a la espera de la reducción del Impuesto PAIS, la demanda de divisas por importaciones tornará una dinámica creciente en el marco de una actividad con leves signos de recuperación, que pone un piso cada vez mayo, advierte la consultora.
El impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidario fue creado a fines de 2019, apenas arrancó el gobierno de Alberto Fernández y se mantuvo durante cinco períodos fiscales. Inicialmente gravaba la compra de dólares para ahorro y de bienes y servicios adquiridos en el exterior. En principio, de acuerdo con la normativa vigente, este tributo debe desaparecer a fines de este año.
El director de Focus Market, Damián Di Pace, recuerda que muchos de los impuestos que se cobran en la Argentina, se suponían en un principio que eran “temporales” y destinados para “emergencias”, pero con el paso del tiempo, no se revocaron, sino que todavía siguen vigentes. “De la historia moderna, los impuestos más recordados que iban a ser temporales son: IVA, la suba al 21% en 1995 iba a ser por un solo año y ya lleva 29 años. Bienes personales, se creó por una emergencia en 1991, cuando prometieron que iba a dejar de existir en 1999, ya lleva 31 años. Impuesto al cheque, existe desde 2001 e iba a durar menos de dos años, pero se sigue prorrogando y ya cumplió 23 años”, enumera el consultor.
“Como se trata de un tributo que afecta a la compra de divisas, perjudica de manera directa a múltiples sectores de la economía. En el sector turístico, todas las compras con tarjeta de crédito o débito realizadas en el exterior, el pago de vuelos y hoteles, abonan el 30% de impuesto PAIS”, acota. A su vez, el sector financiero es afectado por el cupo de la compra de 200 dólares mensuales para atesoramiento, las transferencias realizadas al exterior, la suscripción a los Bopreal, como también el pago de sus dividendos. Las importaciones de bienes en general (bienes de capital, insumos y materias primas) comenzará a realizarse con un gravamen menor que pasará del 17,5% al 7,5% bajando el costo de esos productos por que hasta ahora oficia como un arancel encubierto”, continúa Di Pace.
Consecuencias de la medida
Según Ecolatina, en el plano fiscal se reduce la alícuota de un ingreso sensible para el fisco. Para dimensionar, durante julio el déficit financiero marcó $ 600.000 millones (primero desde el cambio de gestión) y se hubiera duplicado de no existir el aporte del Impuesto PAIS. No obstante, hacia adelante el Tesoro cuenta con los recursos extras de Ganancias tras la restitución de la cuarta categoría, y los ingresos transitorios provenientes del blanqueo (el cual viene marchando bien, a juzgar por la dinámica de los depósitos en dólares del sistema financiero de los últimos días) y la moratoria.
Efecto concreto
Por otro lado, si bien podría ser una herramienta que ayude a reducir el nivel de precios de los bienes transables en la economía, lo cierto es que no son pocos los factores que dificultan vislumbrar un efecto concreto en la dinámica inflacionaria. Para empezar, ya se anunció que tendrá lugar un nuevo ajuste de los precios regulados en algún momento de los próximos meses.
Pero más allá de ello, para que la medida tenga algún tipo de impacto será esencial mantener las expectativas de devaluación a raya para que este menor costo sea percibido como sostenible en el tiempo por los importadores. Si bien la curva de los dólares futuros se viene reduciendo y se encuentra alejada de la tónica de principios de 2024, aún se encuentra por encima del deslizamiento cambiario oficial del 2% mensual. Así las cosas, la lógica indicaría que tras el abaratamiento del tipo de cambio los importadores tendrían incentivos para volver al MULC, sumado al acortamiento de plazos de acceso que pasó de cuatro a dos cuotas, el cual comenzaría a impactar a partir del mes próximo.
Justamente, el equipo económico sigue dando señales de compromiso en reducir y mantener estable la brecha (y en un sentido más amplio la nominalidad), aún a costas de acumular menos reservas. Los incentivos planteados buscan atraer una demanda creciente de divisas en los dólares financieros, que sólo durante el primer semestre implicó que un tercio del pago de importaciones se canalicen vía CCL.
Como consecuencia, la demanda de divisas en el MULC se tornará creciente. Debido al esquema planteado, durante septiembre los importadores contarán con acceso para cancelar el 25% de las compras externas por los meses de mayo a julio, sumado al 50% de aquellas correspondientes a agosto a raíz del nuevo esquema. El pico de la demanda tendría lugar durante octubre, debido a la postergación de importaciones evidenciada durante agosto a la espera de la reducción del Impuesto PAIS, lo que permitió al Banco Central retomar las compras en el Mercado Único Libre de Cambios, advierte Ecolatina.
Menos carga: ¿cómo será el impacto?
De acuerdo con un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la carga tributaria del impuesto PAIS en el precio de venta final con IVA puede ser de 2%, 4% y 6% para ciertos bienes nacionales que utilizan insumos importados, dependiendo la estructura de costos. En el caso que la incidencia sea del 2%, la reducción del tributo implicaría una baja de precios del 1,14%, puntualiza el instituto que dirige el economista cordobés Nadin Argañaraz. Es decir, un producto que cuesta $ 1.000 podría pasar a valer $ 11,40 menos. Si el peso sobre el precio que paga el consumidor es del 6%, la disminución sería del 3,4% o $ 34.