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FUERTES DOLORES. Los malestares que genera bruxar no tan solo se quedan en la mandíbula, sino que se pueden manifestar con importantes dolores de cabeza y en los casos más serios, con contracturas en la espalda.
En un mundo que sumerge a la humanidad en la inmediatez y la vertiginosidad, el vivir preocupados por el futuro puede arrastrar a un estado general de ansiedad, que no tan solo causa problemas en la salud mental. “Esto lo ven los odontólogos con el creciente número de pacientes con bruxismo, los médicos que atienden patologías digestivas e intestinales y por supuesto, los psicoterapeutas”, contó al respecto el Licenciado y Master en Psicología, Mario Haro.
Bruxar es un trastorno que no mucha gente asocia al estrés aunque están estrechamente relacionado, confirmó a LA GACETA la odontóloga Noelia Marino, quien sumó otros datos interesantes a la cuestión.
“Si yo leo un paper de España probablemente descubra que su población sufre un 70% de bruxismo. Pero si el ensayo de Latinoamérica o Argentina seguramente el porcentaje será mayor a un 80%”, indicó. ¿Qué sucede con sus pacientes en Tucumán? “En mi consultorio la cifra escala al 90% y esto se debe a que bruxar es otra manera del sistema nervioso de descargar todas las emociones”, señaló.
Qué es el bruxismo
Para empezar a esclarecer los detalles de este trastorno, hay que saber que el bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes. “Es una enfermedad silenciosa, que puede ser diurno o nocturno”, explicó Marino.
Y añadió: “Generalmente cuando lo tenemos de día se aprieta los dientes superiores con los inferiores. La fuerza es impresionante. Mientras que de noche generalmente son movimientos excéntricos y los dientes se mueven”.
Al ser un padecimiento “discreto”, puede ser que quien lo padezca ni siquiera lo note, por lo que es importante prestar atención a sus síntomas. “La persona empieza a sentir pesadez en la mandíbula, se levanta contracturada y se pueden registrar dolores de cabeza intensos, fuertes molestias en el cuello o en la nuca”, puntualizó la odontóloga y anexó: “Obviamente también pueden empezar a haber otros problemas y el más evidente por el paciente es el desgaste dentario”.
Su vínculo con el estrés
“El verdadero estrés es totalmente positivo y nos ayuda a evitar que nuestro cuerpo esté en peligro”, dilucidó Marino.
“Sin embargo, cuando éste es mantenido en el tiempo llega un momento en el que el organismo entra en desequilibrio y pasa a ser algo patológico por lo que empieza sin duda a dañar la salud a niveles generales y causa un montón de otros problemas”, sentenció.
“El bruxismo es una enfermedad de origen nervioso que se puede dar a cualquier edad”, sumó a este tema la odontóloga Mabel Jorrat, presidenta del Ateneo Tucumano, a la vez que aclaró]: hay niños, hay jóvenes y hay adultos bruxómanos”.
“Este trastorno se agudiza cuando el paciente pasa por períodos de estrés. Por ejemplo los estudiantes en épocas de exámenes bruxan con más frecuencia de lo que suelen hacerlo normalmente”, ejemplificó.
¿Hay una cura?
La profesional, también destacó que el bruxismo se puede tratar pero no se cura.
“Se tratan sus consecuencia, en algunos casos mediante una placa de relajación muscular que el paciente deberá usarla durante las horas de sueño”, refirió.
Mientras que sobre otros posibles tratamientos, Jorrat aseveró que en casos extremos se indica, aparte del uso de la placa de relajación muscular, algún analgésico, pero que tenga mio-relajante.
“Lo que hay que lograr es la relajación de los músculos que producen tal contracción que llevan al presionar de los maxilares, de los elementos dentarios. Esto a su vez generará dolor muscular y un desgaste dentario muy importante y que es claramente diagnosticable a simple visto”, dijo.
CÓMO TRATARLO. Las placas de relajación son una de las formas más comunes de tratamiento para un mejor despertar por las mañanas.
“Son esos pacientes cuyas piezas dentarias cada vez se van acortando más, entonces quedan todas a un mismo nivel. No hay una pieza dentaria más larga que otra o más alta que otra, sino que todas quedan a un mismo nivel”, clarificó y remarcó: “ese es un signo claro de bruxismo”.
Consejos
La calidad de vida de aquellos que padecen bruxismo se puede llegar a ver tan afectada, que los pacientes a algunos de los pacientes les puede llegar a costar disfrutar de comer helado, consumir bebidas frías. “Les molesta mucho por otra parte comer cosas ácidas como limón, mandarina o naranja y sufren porque el esmalte del diente está en el punto más sensible”, terminó Marino.
Con esta información, los profesionales recomiendan prestar atención a los síntomas y solicitar ayuda ante la aparición de las siguientes molestias, descriptas por el odontólogo Iván Ángel.
“Se debe concurrir a un consultorio odontológico si se siente sensibilidad muscular al despertar, por lo general. Si se presenta sensibilidad en los dientes, dolor de cabeza o de oído y aumento de la ansiedad o estrés”, describió.
Por lo general entre los tratamientos puede incluirse desde la ya mencionada placa de relajación o hasta controlar que no haya restauraciones en mal estado o altas que pueden producir el rechinamiento.
“En adición siempre será una buena sugerencia empezar una terapia con ayuda de un profesional de la salud mental para aprenden a manejar las emociones y evitar que el bruxismo empeore con el correr del tiempo”, consideró Ángel.
“Y si eso no va dando resultado, por otro lado se puede usar la toxina botulinica (botox), que ayuda a que el músculo deje de hacer tanta fuerza”, finalizó el odontólogo.
Así, para calmar los males asociados a bruxar hay que cuidar la boca pero también la mente.
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